Cuando la madre es Rh negativo y el padre Rh positivo, es importante tomar precauciones durante el embarazo para prevenir una incompatibilidad sanguínea entre la mamá y el bebé. Con un buen control prenatal y el tratamiento adecuado, no habrá complicaciones.
¿Qué es el factor Rh?
El factor Rh es un antígeno o proteína que puede encontrarse en la cubierta de los glóbulos rojos. Si está presente, la persona es factor Rh positivo (Rh+) y si está ausente, es negativo (Rh-).
Igual que ocurre con el grupo sanguíneo, el Rh está compuesto por un par de genes, uno heredado del padre y otro de la madre. Cuando la madre es Rh- y el padre Rh+ existen más posibilidades de que el bebé sea Rh+, pero también puede ocurrir que sea Rh-.
Problemas de incompatibilidad de Rh
Si el feto es Rh- no existirá problema, pero si es Rh+ su sangre será incompatible con la de la madre, es decir, que durante el parto, cuando las células fetales entren en el torrente circulatorio materno, el organismo de la mujer las identificará como extrañas y empezará a producir anticuerpos contra el Rh+.
La prevención durante el embarazo
Normalmente el grupo sanguíneo del bebé se conoce en el momento de su nacimiento, por lo que es fundamental conocer durante la gestación si la madre ha creado anticuerpos o no al Rh, cuando ella es Rh- y el padre Rh+. El organismo materno puede sensibilizarse tras un parto anterior, un aborto, una amniocentesis o una transfusión de sangre Rh+.
Para salir de dudas en la octava o novena semana de embarazo se realiza una analítica específica, conocida como test de Coombs indirecto y que se repite mensualmente a partir del quinto mes de embarazo.
Tratamiento
- Tanto si la prueba resulta positiva como negativa, la embarazada debe recibir una inyección de gammaglobulina anti-D hacia la semana 28ª de gestación para prevenir la fabricación de anticuerpos al final de la gestación y durante el parto.
- La gammaglobulina destruye precozmente los hematíes fetales que pasen a la circulación sanguínea de la madre y evita que esta genere anticuerpos frente a los glóbulos rojos fetales Rh+.
- Si tras el parto se comprueba que el recién nacido es Rh+, debe administrarse otra dosis a la madre en un plazo de 72 horas.
- La gammaglobulina anti-D debe ponerse en cada embarazo, dado que su protección sólo dura 12 semanas.
Si los niveles de anticuerpos anti-Rh de la embarazada se elevan demasiado, es preciso un seguimiento estrecho. En ocasiones, puede ser necesario realizar una o más transfusiones intrauterinas e incluso inducir el parto precozmente.
Tras el nacimiento, el bebé afectado por la incompatibilidad de Rh debe ser controlado para vigilar la posible existencia de anemia y de ictericia, un aumento de bilirrubina en la sangre, que proporciona color amarillo a la piel. El tratamiento a seguir dependerá de la severidad de los síntomas.