Las estadísticas indican que cada vez nacen más bebés con bajo peso. Entre las causas responsables se encuentran factores como la contaminación ambiental, el tabaquismo, un déficit nutricional de la madre, sufrir eventos traumáticos durante el embarazo y por supuesto, el estrés materno.
Según un estudio reciente publicado en American Journal of Public Health el estrés laboral de la madre durante el primer trimestre aumenta un 50% el riesgo de que el bebé nazca con bajo peso para su tiempo de gestación.
La mayoría de las mujeres, las que pueden, reducen la jornada laboral al final del embarazo, pero según los investigadores el mayor riesgo está en las primeras semanas.
Una semana laboral extensa de 32 horas o más y un estrés laboral intenso durante la primera etapa del embarazo es una combinación perjudicial para el futuro bebé.
Recordemos que nacer con bajo peso no es sólo nacer pequeñito, sino con un peso por debajo de lo normal para las semanas de gestación. Esto puede condicionar al bebé a padecer una serie de dificultades como problemas en el aprendizaje, enfermedades en la vista, mayor riesgo de epilepsia y de sufrir depresión en la edad adulta.
No hablamos sólo de puestos laborales de gran responsabilidad, en ocasiones la tensión puede ser mayor en trabajos muy exigentes y poco remunerados.
Por eso, como recomendación, aunque en la práctica difícilmente puede hacerse realidad, los expertos aconsejan a aquellas mujeres que tienen trabajos a tiempo completo demasiado estresantes reducir el esfuerzo laboral y las horas de trabajo en las primeras semanas de gestación.
Vía: Medline Plus