Aproximadamente la mitad de los niños presentan un soplo cardíaco. Como es normal, los padres se asustan mucho cuando el médico les comunica que el bebé tiene un soplo en el corazón, pero en la mayoría de los casos son inofensivos. Son conocidos como soplos funcionales o soplos inocentes.
Se suele creer que un soplo obedece a una enfermedad grave del corazón, sin embargo a los soplos infantiles se los llama soplos inocentes pues no repercuten en la salud del niño y pueden aparecer y desaparecer a lo largo de la infancia.
El soplo en el corazón es un ruido muy peculiar que se detecta cuando el médico ausculta al niño con el estetoscopio. Se asemeja al ruido que se produce cuando hay una pérdida de aire, de ahí el nombre de soplo.
El ruido de la sangre fluyendo por el corazón del niño se asemeja al sonido del agua cuando fluye a través de una manguera, sólo que en el caso de los pequeños, al tener su corazón más cerca de las paredes torácicas, se puede oír más fácilmente.
La causa que produce un soplo en el corazón no se conoce a ciencia cierta, pero para entender cómo se produce hay que comprender cómo funciona el corazón. Lo vemos a continuación.
El funcionamiento del corazón
El corazón está dividido en dos partes: la izquierda y la derecha, y a su vez cada una de ellas está dividida en dos: los ventrículos, las dos cavidades inferiores que bombean la sangre y las aurículas, las dos cavidades superiores que reciben la sangre.
El corazón tiene cuatro válvulas cardiacas que se encuentran en los conductos de salida de las cuatro cavidades del corazón y abren en un solo sentido evitando que el flujo de sangre fluya hacia atrás.
Las venas llevan la sangre hacia la aurícula derecha y pasa al ventrículo derecho a través de la válvula tricúspide. Luego pasa a los pulmones para oxigenarse a través de la válvula pulmonar. Regresa oxigenada hacia la aurícula izquierda y pasa al ventrículo izquierdo a través de la válvula bicúspide. Luego la sangre es bombeada a todo el cuerpo a través de la válvula aórtica que conecta con la aorta, la principal arteria del cuerpo humano encargada de transportar y distribuir sangre rica en oxígeno a todas esas arterias.
Ahora bien, cuando existe una pequeña anomalía como el estrechamiento de una válvula o cuando alguna de las cuatro válvulas no se cierra completamente se produce un ruido similar a un soplido y es cuando el médico diagnostica el soplo.
El soplo funcional o inocente
Es una anomalía del corazón no patológica y suele desaparecer por sí sola a medida que el niño crece. De hecho, el soplo funcional o inocente puede aparecer y desaparecer o aparecer en circunstancias especiales como cuando el niño tiene fiebre, cuando se acelera el ritmo cardiaco o manifestarse cuando está tumbado y desaparecer cuando se sienta.
Simplemente se puede sentir el ruido del corazón, pero su funcionamiento es normal y el corazón es completamente sano.
No implica que no pueda haber una afección cardiaca en el futuro pero haber tenido un soplo funcional en la infancia no aumenta el riesgo.
La mayoría de los soplos en la infancia son inocentes, no precisan ningún tratamiento y el niño puede hacer una vida normal, correr, saltar y jugar sin límite.
El soplo orgánico
En algunos casos un soplo es el síntoma de un defecto en la forma del corazón, y en consecuencia, en su función.
Refleja una enfermedad del corazón originada por una anomalía cardiaca o cardiopatía congénita. Se denominan soplos orgánicos y son permanentes.
Muchas veces, la presencia de un soplo es el primer signo de una cardiopatía congénita.
Generalmente, aunque no siempre, van acompañados de otros síntomas como: sudoración, problemas de crecimiento, respiración acelerada, cansancio, bronquitis frecuentes, el niño se pone morado al llorar o hacer algún esfuerzo.
Si a partir de un soplo en el corazón del bebé el médico sospecha de algún problema cardiaco que pudiera ser grave, derivará al niño a un cardiólogo pediátrico quien seguramente pedirá pruebas para confirmar el diagnóstico.