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domingo, 6 de junio de 2010

Inconvenientes físicos después del parto

Algunas mamás pueden tener problemas para orinar durante el posparto. Es que la vejiga estuvo comprimida durante buena parte del embarazo, experimentando una reducción en el tono de los músculos que la controlan.

A partir del parto y más notoriamente durante los primeros días del puerperio, los riñones realizan un gran esfuerzo para normalizar su función. La vejiga aumentará su tamaño hasta recuperar el tono normal. Por todo esto, se pueden sentir dificultades para orinar. Este detalle, absolutamente normal, puede convertirse en un riesgo de infección si la vejiga no es vaciada totalmente. De hecho un 3 por ciento de las mujeres en el puerperio padecen algún tipo de inflamación de la vejiga. En caso de experimentar:

ardor o dolor al orinar, avisar inmediatamente al médico.

si aparecen deseos de hacer pis con mucha frecuencia.

Si la orina se presenta de color más intenso, turbia o con olor más intenso.

Durante el posparto también pueden aparecer várices y hemorroides, si es que no lo hicieron durante la última etapa del embarazo. Este trastorno venoso se caracteriza por la dilatación y congestión de las venas que rodean la zona del ano, el llamado plexo hemorroidal. Durante la gestación, esto pudo haberse producido por el aumento del tamaño del útero dentro del abdomen, lo que genera un bloqueo parcial del retorno venoso de la mitad inferior del cuerpo. Es decir que los todos los vasos venosos por debajo del ombligo pueden dilatarse. De ahí la posibilidad de que aparezcan várices en los miembros inferiores y en la zona vulvar, y hemorroides.

–El trastorno hemorroidal puede ser fruto también del esfuerzo realizado durante el parto. Lo cierto es que, aunque molestas y dolorosas, las hemorroides se curan con un tratamiento adecuado. Se recomienda de todos modos:

Realizar ejercicios físicos regulares, ni bien el médico lo autorice, ya que las hemorroides se acentúan con la vida sedentaria.

No permanecer mucho tiempo de pie o sentada sino caminar o mover los pies de vez en cuando.

Consumir una dieta rica en fibra para combatir el estreñimiento.