-
-
-

viernes, 9 de julio de 2010

Los niños sobreprotegidos

La falta de atención en la primera infancia es tan nociva con el exceso de la misma, algo que a algunos padres les cuesta entender. Sobreproteger a los hijos hace que, lejos de evitarles dolores y frustraciones, en el futuro éstos sean mucho más severas.

La sobreprotección de los hijos se relaciona con cuestiones de personalidad de uno o ambos padres, y con ciertas creencias erróneas. Por ello, no está de más que sean ellos los que consulten a tiempo a un psicoterapeuta que los ayude a encausar la crianza de los niños, para que se formen como personas independientes y autónomas.

Algunas de las siguientes características son propias de niños sobreprotegidos:

-Nerviosismo
-Timidez
-Son solitarios
-Dependencia hacia los padres
-Temor ante los cambios y lo desconocido
-Escasa tolerancia a la frustración
-Necesidad constaste de apoyo por parte de otros
-Falta de decisión para tomar iniciativa
-Llanto frecuente
-Dificultad para asumir responsabilidades
-Inseguridad personal y respecto a las relaciones interpersonales
-Dificultades para alejarse de las figuras paternas (en la escuela, en actividades extraescolares, en acontecimientos particulares, etc)

Lo dificultoso de los niños sobreprotegidos es que siempre esperarán de los demás y del entorno la misma respuesta que le han dado siempre sus padres, y claro que esto no ocurre. Como su tolerancia a la frustración es baja, allí llegan los problemas.

Estos niños evolucionan en dos caminos: o son sumisos y dependientes, o bien se rebelan ante la intensa mirada de sus padres y son muy rebeldes.

Los obstáculos forman parte de la vida, y es necesario enseñarles a nuestros hijos a lidiar con ellos. Un desarrollo saludable implica aprender a vivir de forma autónoma, con los propios recursos y recurriendo al entorno sólo cuando sea indispensable.