Aunque en la actualidad la maternidad se ha retrasado bastante, y ya no asombra a nadie ver a primerizas en la treintena, pero sin embargo no deja de ser cierto que a esa edad aumentan considerablemente los riesgos del embarazo y el parto.
Un estudio realizado por el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, cuantificó el aumento de esos riesgos al llegar a los 35 años.
El 30% de las embarazadas de más de 35 años tienen alguna patología perinatal, lo que comúnmente se conoce como complicaciones en el embarazo y parto. Entre ellas encontramos que las más comunes son la diabetes gestacional, sangrado uterino e hipertensión de la gestante.
Casi el 10% de los partos prematuros se dan en mamás de más de 35 años, como así también mayores cromosopatías, riesgos de cesárea o parto instrumental.
El estudio brinda datos que podemos extrapolar al resto de las madres, como que la cuarta parte de las embarazadas están en este rango de edad, un nivel socioeconómico y de estudios alto y una actividad laboral cualificada, tienen antecedentes de abortos o esterilidad en muchos casos, ya que no se puede desconocer que a esa edad la concepción es el doble de difícil.
Por ello, son muchas las variantes que hay que contemplar cuando una mujer piensa en ser madre, y dejar pasar los años porque sí no suele ser una buena opción. Si están dadas las condiciones, lo mejor es tener hijos a edades más tempranas.
