La hipertensión durante el embarazo siempre debe controlarse, y aquellas madres que la padecen desde antes de quedar enembarazodeben dejarlo claro en la consulta con su obstetra ya que muchas veces se debe seguir algún tratamiento para evitar posibles complicaciones.
La hipertensión puede producir severos problemas durante la gestación tanto en la madre, como en el futuro bebé, muchas veces cuando no es controlada, pueden presentarse casos de desprendimiento de placenta, nacimientos prematuros, preeclampsia que además de subir la presión arterial produce hinchazón y exceso de proteínas en la orina, o eclampsia, que es una enfermedad más grave que la anterior.
En el caso de desarrollar alguno de estos trastornos, la madre deberá realizar controles permanentes durante el tiempo que dure la gestación, ya que la hipertensión puede producir retrasos en el crecimiento del bebé, pérdida del bienestar fetal, nacimientos prematuros y otros tipos de inconvenientes.
A la hora del parto cuando se padece de hipertensión arterial, el médico hará una evaluación de cómo fue evolucionando durante el embarazo, y si se normalizó, seguramente permita que el mismo tenga lugar de forma natural, pero si la madre ha llevado tratamientos y controles y su presión arterial continúa alta, seguramente indicará una cesárea.
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