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sábado, 19 de febrero de 2011

La guardería aumenta el riesgo de enfermedades agudas infecciosas

El uso de las guarderías parece haberse convertido en algo casi obligado, dado que, en la mayoría de las familias, ambos progenitores trabajan y existe, además, un número creciente de familias monomarentales. Sin embargo, sus beneficios reales, más allá de la necesidad, son muy discutibles. Hoy os traigo un interesante trabajo publicado en la revista “Evidencias en Pediatría” que precisamente analiza este fenómeno y sus consecuencias. La conclusión es clara, la guardería aumenta considerablemente el riesgo de enfermedades agudas infecciosas en los menores de tres años.

Parece que, en determinados entornos de familias desfavorecidas, puede acreditarse un cierto beneficio en lo social y conductual, pero, además de esto, los beneficios son indemostrables, cosa que no sucede con los problemas que acarrea.

Asimismo, se suele citar, que los niños que acuden a la guardería, a pesar de sufrir más enfermedades infecciosas agudas, especialmente respiratorias o estomacales, luego, en la Primaria, tienen una menor incidencia en estos problemas, pero, según los autores de este trabajo, son datos poco contrastados y no demuestran realmente los supuestos beneficios inmunitarios de la exposición precoz a un ambiente menos saludable.

La realidad es que la guardería, especialmente en el modelo más extendido en España, con ratios altas, aumenta considerablemente la incidencia de enfermedades infecciosas, principalmente gastrointestinales y respiratorias, pudiendose calcular que el 50% de estos procesos están directamente relacionados con la asistencia a estos centros.

El riesgo de infección respiratoria alta se incrementaba un 88%, para la otitis media un 58%, para la otitis media con derrame un 143%, para las infecciones respiratorias bajas un 110% (neumonía, 70%; bronquiolitis, 80%; bronquitis, 110%) y para las diarreas/gastroenteritis agudas un 40%.

Los autores señalan, que, por supuesto, la cuestión de salud no es el único factor a tener en cuenta al decidir si el niño debe ir a la guardería, pero, en este aspecto, si el cuidado del pequeño en todas sus facetas, puede ser cubierto de otro modo, parece ser que sería mejor no acudir a ellas.

Lo que si remarcan es que, en el caso de niños con procesos previos crónicos, es desaconsejable usarlas si es posible y que, en general, el cambio del modelo, acercándonos a lo que se hace en otros países con madres de día o pequeños grupos de niños en un entorno familiar, podría tener mejores consecuencias, pues se considera demostrado que la guardería aumenta el riesgo de enfermedades agudas infecciosas.