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martes, 22 de febrero de 2011

Precaución con los embutidos en el embarazo

Puede que muchas mujeres embarazadas hayan oído que en su estado deben evitar algunos embutidos, y esto es cierto, así que aprendamos que recaudos hay que tener con los embutidos en el embarazo.

En efecto, comer alimentos que contengan carne cruda como algunos embutidos, puede predisponer a la mamá a la toxoplasmosis, una infección peligrosa en la gestación y a tener en cuenta en la dieta en el embarazo.

Por ello, se aconseja no tomar jamón serrano y otros embutidos crudos, como el chorizo, a menos que se cocinen por ejemplo en un guiso, ya que lo que se quiere evitar es justamente el contacto con la carne cruda.

Otros como la mortadela, el pavo cocido y el jamón de york se pueden consumir porque están cocidos.

Es verdad que procesos como la salazón del jamón serrano justamente matan este tipo de microorganismos, pero es imposible saber qué trozo de jamón puede contener una cantidad del toxoplasma, por mínima que sea. Por ello, se recomienda evitar estos embutidos.

De todas formas, algunos obstetras permiten a las futuras mamás comer embutidos si la prueba de toxoplasmosis les da positiva – quiere decir que ya han estado en contacto con el microbio antes y han generado defensas –. Por ello, siempre pregúntale a tu médico su opinión en estos casos.