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lunes, 4 de junio de 2012

La enfermedad inflamatoria intestinal y el embarazo

Se conoce como enfermedad inflamatoria intestinal a una serie de síntomas y molestias intestinales que producen una inflamación crónica, que no tiende a la curación. Agrupa varias enfermedades, pero sobre todo la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Esta dolencia no es incompatible con el embarazo, aunque de todas formas hay que planificar la gestación con la compañía del médico que aconseje cuando es el momento oportuno.

Además, debe haber comunicación entre el ginecólogo y el médico para llevar adelante un protocolo de atención de esa paciente, regulando las dosis de medicamentos y el estado de salud de la misma.

En cuanto a la fertilidad, en principio la enfermedad inflamatoria intestinal no afecta en este aspecto ni a hombres ni a mujeres. En las mujeres, no obstante, una cirugía extensa previa como el haber necesitado extirpar el colon, podría incrementar el riesgo de infertilidad por formación de adherencias o daño en ovarios o trompas. En los hombres, algunos medicamentos afectan a la producción de espermatozoides, pero el cuadro se revierte con la suspensión de los medicamentos. En mujeres, también puede convenirse la suspensión momentánea de la medicación.

Un reciente estudio de la University of California, en San Francisco, determinó que tomar algunos fármacos para tratar esta enfermedad en el embarazo, es seguro y en todo caso, es el brote de la enfermedad la situación más riesgosa para la mujer y su bebé.

Por ello, lo importante es que se realice un detenido seguimiento, para que la salud se conserve de la mejor forma.

Niños: Cuidado con las otitis en verano

Ahora que llega el buen tiempo y nos apetece llevar a nuestros hijos e hijas a la piscina o a la playa para refrescarles y que pasen un rato agradable, debemos tener extremo cuidado con las otitis en verano, algo muy frecuente en esta epoca del año.

La humedad o las aguas poco higiénicas, entre otros factores, son las causantes del incremento de las infecciones externas en los conductos auditivos de nuestros pequeños (y también de los que no son tan pequeños). A este tipo de inflamacion del oído tambien se le conoce con el nombre de “otitis del verano” u “otitis del nadador”.

¿Qué es la “otitis del nadador”?

Este tipo de trastorno auditivo, el cual es mucho más frecuente en los niños pequeños, consiste en una inflamación, generalmente producida por bacterias, de la piel que recubre el conducto auditivo externo del oído. Puede darse en ambos oídos a la vez o en uno solo.

El jabón, champú o el cloro del agua pueden facilitar la infección del oído, ya que lo desprotegen ante el ataque de agentes infecciosos externos o el crecimiento de hongos, los cuales se encargan de colonizar primero la piel de la oreja para, posteriormente, introducirse en el conducto auditivo.

Otro causante de la otitis puede ser la cera acumulada dentro del oído, ya que la cera que permanece alojada en el interior es capaz de absorber el agua que entra durante el baño, llegando a hincharse y pudiendo provocar así la formación de un tapón.

El síntoma principal de esta afección tan común en el verano es un dolor muy fuerte y muy molesto en los oídos de nuestros hijos, el cual puede durar aproximadamente un par de dias y se incrementa si se toca la oreja. En alguna ocasión, al tratarse de una infección, puede presentarse también algo de fiebre.

Además de todo lo dicho anteriormente, cada otitis implica una pequeña pérdida de audición temporal, que no suele prolongarme más allá de lo que dura la infección. Por eso es muy importante detectar y curar las otitis a tiempo, ya que de lo contrario pueden producirse complicaciones más severas.

¿Cómo evitar la otitis?

Lo principal y más importante es mantener las orejas limpias y secas en todo momento, y especialmente después de cada baño. La limpieza y el secado se debe hacer con un algodón absorbente, evitando el uso de bastoncillos de algodón. Éstos suelen empujar la suciedad y los agentes infecciosos del conducto auditivo hacia el interior del oído y provocar infecciones más graves.

En su lugar, lo que se recomienda para llevar a cabo el secado de los oídos tras el baño es usar el pico de una toalla o una gasa seca, no introduciéndolo más allá de donde entre el dedo.

En el caso de que tu hijo padezca una otitis y acudas a un médico especialista, lo más probable es que éste te recete unas gotas para su total curación. Eso sí, el tratamiento se adecuará a cada niño en particular, ya que dependerá de la gravedad de cada caso.

Como podéis comprobar, se debe tener cuidado con las otitis en verano, pero no son muy difíciles de evitar ; lo único que se necesita es que las orejitas de nuestros pequeños permanezcan lo más limpias y secas posibles tras cada baño.

Y es que el verano es un momento perfecto para que nuestros hijos, y nosotros con ellos, disfruten del agua y del buen tiempo, pero sin olvidarnos de tomar todo tipo de precauciones para evitar los posibles problemas que puedan impedir que disfrutemos de unos más que merecidos días de ocio en familia.

lunes, 28 de mayo de 2012

Cómo lograr que tu hijo de un año sea independiente

Es muy común que los niños de un año quieran estar siempre con su madre, e incluso que rechacen a su padre o a familiares a los que no ven a diario. Precisamente porque están dejando de ser bebés, necesitan apoyarse en su principal figura de referencia. Los padres podemos ayudar a nuestros hijos de esta edad a ser cada vez más independientes.

¿Cómo lograr que el niño sea independiente sin separarnos de él?

Responder siempre a sus demandas de cariño, seguridad y atención, acogerle siempre que nos busque, pero sin pretender que esté pegado a nosotros.

Hay que permitir al niño alejarse y regresar libremente en la medida en la que le apetezca y necesite.

Es importante no quitarnos al niño de encima como si fuese un molesto engorro. Esta actitud de los padres aumenta su angustia y su insistencia en estar pegado a nosotros (eso es el " apego inseguro" o "ansioso").

No debemos mostrar ansiedad ante una pequeña separación. Si lo hacemos de un modo tranquilo y relajado, sin reflejar inquietud, esa será para el niño una pista importante de que no hay nada que temer. Hay padres que, sin darse cuenta, transmiten al niño su propia angustia de separación.

Ir estableciendo pequeños límites razonables. Los padres tienen la necesidad de reservarse ciertos momentos para ellos: para hacer una comida, ir al baño o atender el teléfono. Podemos decirle: "Mientras mamá habla por teléfono tienes que esperar" o "no puedes estar junto a mí cuando estoy cocinando".

Debe empezar a jugar solo. Debe hacerlo poco a poco. Empecemos a jugar juntos con algún material interesante, y después disminuyamos progresivamente nuestra intervención, pero mostrémonos implicados e interesados en lo que hace. Podemos alejarnos un poco y seguir con nuestras tareas, pero en un radio que nos permita mantener contacto visual. Posteriormente, podemos incluso ausentarnos algunos ratos de la habitación, pero hablándole frecuentemente y visitándole de cuando en cuando para animarle, elogiar sus hazañas y resaltar lo que está haciendo "él solito".

Reservar algunos ratos para estar plenamente con él, dedicándole toda nuestra atención. Es la vivencia de esos momentos lo que le ayudará a construir su confianza y seguridad internas y a soportar algunos ratos de soledad. En cambio, si nunca nos tiene plenamente, le costará también mucho más soportar nuestra ausencia.

Vacunas durante el embarazo

En unos tiempos en los que cualquier información sobre las vacunas es cuestionada, es importante ofrecer datos veraces y contribuir a que la población conozca las razones por las cuales se recomienda la vacunación. En el caso de las vacunas durante el embarazo existe un mayor desconocimiento y una gran preocupación, por ello también es importante contar con dicha información.

Empezando porque el estado de vacunación de la madre debe formar parte de la planificación del embarazo y pasando por las vacunas adecuadas o las que no se deberían aplicar durante la gestación, veamos cómo se presenta la cuestión.

Los Propositus son hojas informativas sin periodicidad establecida elaboradas por el Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC). Su objetivo es difundir entre los profesionales sanitario y las familias de los afectados aspectos importantes relacionados con los defectos congénitos de una forma actualizada, resumida y clara.

En el último número podemos consultar el estado de la cuestión en un clarificador artículo elaborado por especialistas del Centro de Investigaciones sobre Anomalías Congénitas, de la facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y centros especializados en enfermedades raras.

En él, se hace hincapié en que la vacunación de las niñas está relacionada con su futuro probable como madres, pues llevando correctamente el calendario vacunal se evitan enfermedades que representarían graves riesgos para la salud del embrión y el feto.

Se pueden aplicar vacunas durante el embarazo siempre que sean vacunas inactivadas o aquéllas que utilizan toxoides, fracciones o son de ingeniería genética.

Por contra, no se deben aplicar durante el embarazo vacunas de virus vivos, porque no se puede descartar el riesgo de transmisión del virus de la vacuna al feto, aunque no parece comprobado de manera adecuada en los estudios existentes.

Por ello, si una mujer es vacunada inadvertidamente con virus vivos estando ya embarazada, o se queda embarazada durante las cuatro semanas posteriores a la vacunación, se la debe tranquilizar, ya que las evidencias existentes sobre el potencial riesgo de afectación del embrión-feto no serían suficientes para considerar razonablemente la posibilidad de interrumpir el embarazo.

La importancia de la prevención

Si queremos evitar riesgos innecesarios durante el embarazo, prevenir es importante. Para ello se ha de cumplir los planes de vacunación durante la infancia y la adolescencia.

Si se planifica el embarazo, ha de hacerse teniendo en cuenta el estado de inmunización de la futura madre, y en el caso de que le falte alguna de las vacunas, como rubeola, hepatitis B o varicela, puede administrárselas antes de quedarse embarazada.

Los ginecólogos habrían de preguntar sobre su estado de inmunización a la mujer que planifica el embarazo o que hace su primera visita en estado, pues no siempre se supone una completa vacunación.

Personalmente no recuerdo que mi ginecólogo me preguntara sobre este tema en su momento y, pecando de despreocupada, yo misma no localicé mi calendario de vacunas para comprobar que todo estaba en orden. Si hubiera una tercera vez, y tras conocer esta información, creo que me interesaría más por localizar la cartilla de vacunación (vamos, preguntaría por ella a mi madre para ver si está localizable).

Estas actuaciones preventivas favorecerán el buen desarrollo prenatal de los hijos, y evitaremos las preocupaciones propias de las vacunas durante el embarazo, aunque como hemos visto no sean totalmente incompatibles.

Los trastornos del ritmo circadiano influyen en la fertilidad

Mujeres que tienen trabajos nocturnos o que por ejemplo son azafatas y constantemente están cambiando de huso horario, o quizá aquellas que padecen trastornos del sueño son más susceptibles a padecer problemas de fertilidad. Es que efectivamente, un estudio demostró que los problemas del ritmo diario intervienen en la fertilidad y las posibilidades de lograr el embarazo.

La investigación fue realizada por la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos. La fisiología reproductiva de las mujeres se ve afectada por irregularidades en los ritmos de sueño y vigilia, día y noche. Así al menos se demostró en ratas de laboratorio.

Además, está comprobado que las mujeres cuya actividad laboral altera su ritmo circadiano o que padecen insomnio, suelen tener irregularidades menstruales. En el estudio, el grado de trastorno circadiano se relacionó con el grado de trastorno en el embarazo, al punto que sólo el 22 por ciento de las ratonas a las que se les alteró el ciclo de luz y oscuridad lograron embarazos a término.

Cabe recordar además que el ritmo circadiano regula tanto los ritmos fisiológicos del cuerpo como los ritmos psicológicos con influencia, por ejemplo, en la digestión, el estado de vigilia, el crecimiento y la renovación de las células, o la subida o bajada de la temperatura.

Por ello, una buena higiene del sueño puede ser un buen paso para lograr una óptima fertilidad.

lunes, 21 de mayo de 2012

¿Puedo darme rayos UVA estando embarazada?

¿Son dañinos los rayos UVA? ¿Y los autobronceadores? Durante el embarazo queremos estar guapas, pero también nos preocupa nuestro bebé. Si estás pensado en darte Rayos UVA, toma nota de nuestras recomendaciones.

¿Cómo funciona nuestra piel?

Los rayos ultravioleta A naturales son necesarios para sintetizar la vitamina D, por ello se les ha llamado también rayos antirraquíticos.

En respuesta a la radiación ultravioleta, la actividad de los melanocitos de la piel aumenta, dando lugar a un incremento de la pigmentación de la piel (color moreno).

¿Puedo darme rayos UVA en el embarazo?

No hay evidencias de que los rayos UVA puedan aumentar la frecuencia de abortos espontáneos o de malformaciones congénitas en el bebé.

Pero los estudios son escasos y los datos tampoco son suficientes para afirmar que tomar rayos UVA no provoca efectos adversos para la gestación.

Aunque se sospecha que el riesgo, en el caso de existir, sería muy bajo y por un tiempo de exposición largo, no podemos olvidar que los rayos UVA producen mutaciones y cáncer y alteran ciertos intercambios cromosómicos en los animales de experimentación.

Por esta razón no se puede descartar que pudieran ser un factor de riesgo para el bebé.

Se usa para eliminar la psoriasis

La exposición a rayos UVA se utiliza para tratar ciertas enfermedades de la piel, como, por ejemplo, la psoriasis.

Ésta, debido probablemente al aumento de progesterona, puede presentarse durante el embarazo. Pero dado que no se ha confirmado la inocuidad de los rayos UVA, se teme que puedan perjudicar al bebé.

La ausencia de estudios es aún mayor en el uso de los rayos UVA para el bronceado de la piel, sobre todo en exposiciones amplias (en las camas de rayos UVA) y prolongadas.

Pueden aparecer manchas en la piel

Por otro lado, estas exposiciones, durante el embarazo, aumentan las manchas de la piel conocidas como cloasma gravídico.

Nuestro consejo es que se eviten los rayos UVA durante el embarazo, siempre que no sean necesarios.

Si hubieran de utilizarse, deben reducirse las dosis y el tiempo de exposición.

Tampoco existen estudios sobre autobronceadores, por lo que se desconoce su efecto en el desarrollo del embarazo.

¿Por qué es probable que me duela la espalda en el embarazo?

Ya hemos visto que el dolor de espalda es una de las molestias más comunes durante el embarazo, aunque podemos intentar prevenirlo practicando actividad física, ejercicios, una buena alimentación, cuidando la postura… Hoy queremos saber por qué es probable que duela la espalda durante el embarazo.

Varios factores propios del embarazo y el parto pueden facilitar que aparezca dolor lumbar, aunque hay pocos estudios que demuestren cuál o cuáles de estos son los más relevantes.

Relajación de la musculatura abdominal

En condiciones normales, el equilibrio de la tensión de la musculatura abdominal y de la espalda contribuye a que la musculatura se mantenga recta. Durante el embarazo la relajación es necesaria para permitir el crecimiento del útero en las fases más avanzadas del embarazo, pero si ya antes los abdominales eran poco potentes puede aparecer muy precozmente. Por eso conviene incluir las abdominales entre los ejercicios preparto.

De hecho, también en la población general la falta de una musculatura abdominal potente es un factor que aumenta el riesgo de que el dolor aparezca o persista más tiempo.

La relajación de la musculatura abdominal hace que la embarazada se arquee hacia atrás (en postura de hiperlordosis) y use excesivamente la musculatura de la espalda para mantener su equilibrio. Habría que corregir constantemente la postura si se la quiere mantener en equilibrio sobre sus dos patas traseras.

Estos mecanismos facilitan que la musculatura de la zona lumbar se contracture y aparezca dolor.

La hiperlordosis

La hiperlordosis es debida al aumento o incremento en la curvatura de la columna vertebral, y según sea la zona puede ser cervical, dorsal o lumbar. Durante el embarazo aumenta la carga que soporta la columna vertebral obligando principalmente a la musculatura de la zona lumbar a hacer mayor esfuerzo del que sería necesario, lo que facilita su contractura y puede desencadenar dolor en esa zona o dolor referido a la pierna.

En algunos casos, la hiperlordosis también puede sobrecargar las articulaciones facetarias (las que conectan las vértebras entre sí) y éstas puede llegar a dañarse y provocar un síndrome facetario. Este síndrome también puede causar dolor en la zona lumbar y dolor referido a la pierna.

Sin embargo, habitualmente es preciso mantener la sobrecarga durante un período de tiempo mucho mayor que el que dura un embarazo para que la articulación facetaria llegue a verse afectada, por lo que difícilmente puede aparecer dolor debido a este mecanismo en el embarazo si la articulación estaba previamente sana.

Falta de potencia de los glúteos

En condiciones normales, los glúteos estabilizan la pelvis y aportan un apoyo estable a la columna lumbar. Durante el embarazo, con el aumento de peso y la modificación en la postura de la columna vertebral, si la musculatura glútea no es lo suficientemente potente puede ser incapaz de estabilizar la articulación sacroilíaca, que fija la columna a la pelvis, lo que causa dolor en la zona lumbar baja y las nalgas.

El sedentarismo y el reposo

Por motivos ginecológicos, algunas mujeres deben guardar reposo durante el embarazo, y es inevitable que la espalda se resienta. Dependiendo del tipo de reposo, el médico podrá aconsejar determinados movimientos o estiramientos para intentar minimizar el dolor.

Pero el sedentarismo por hábito, sin motivo médico justificado, es muy perjudicial y es factor de riesgo importante para que aparezca dolor de espalda y dure más, junto a otras molestias.

En condiciones normales, los nervios detectan el grado de tensión de la musculatura. Esa información sirve para ser constante y automáticamente consciente de la postura del cuerpo, lo que contribuye a mantener las posturas de la forma más correcta y con el menor trabajo muscular.

El reposo deshabitúa a los nervios que detectan el grado de tensión de la musculatura y hacen que se adapte la musculatura. Por el contrario, se dificulta su función, por lo que facilita la adopción inconsciente de posturas incorrectas y la sobrecarga de la musculatura.

También existen reflejos que coordinan la musculatura abdominal y la de la espalda para mantener correctamente el equilibrio en reposo y, más todavía en movimiento. El entrenamiento y la actividad mantienen en buen estado esos reflejos, pero el reposo dificulta el funcionamiento adecuado de los reflejos, y facilita por tanto la sobrecarga de la musculatura.

En definitiva, el sedentarismo y el reposo provocan con relativa rapidez una pérdida de fuerza y masa muscular, y con ello aumenta la probabilidad de que la musculatura se sobrecargue o lesione.

Excesivo aumento de peso

Si mantenemos una alimentación sana y hacemos ejercicios durante el embarazo probablemente no notaremos los efectos del aumento de peso hasta el quinto mes de embarazo. Cuidar estos aspectos para no exceder los 10 o 12 kilos de más ayuda a mantenernos en forma y a controlar los dolores de espalda y otras molestias y riesgos en el embarazo.

Es sobre todo a partir de entonces cuando el aumento de peso hace que la musculatura de la zona lumbar deba trabajar más y agrava la tendencia a su contractura desencadenada por la relajación abdominal, la lordosis y el reposo, especialmente si ya antes del embarazo la musculatura abdominal y de la espalda no eran potentes.

Además, en el embarazo el aumento de peso se localiza en la parte anterior del cuerpo, lo cual produce una sobrecarga en la zona delantera del disco intervertebral, lo que aumenta la presión en la pared posterior del disco, que es más fina que la anterior. Eso facilita que pueda originarse una fisura, protrusión o hernia discal, que puede provocar dolor lumbar y ciática (dolor irradiado a la pierna).

Aumento del volumen uterino

El aumento de volumen del útero y la congestión de la pelvis pueden facilitar la compresión de una raíz nerviosa y provocar ciática, tan frecuente en el embarazo. Esta molestia es má sfrecuente en el tercer trimestre de embarazo.

El parto

Durante el parto o inmediatamente después es muy frecuente padecer dolor en la zona baja de la espalda. Pronto volveremos sobre el dolor de espalda en esta situación, que puede ser motivado por varios mecanismos relacionados con el esfuerzo a la hora de dar a luz.

Es muy importante tener buenos hábitos de higiene postural para evitar, o al menos minimizar, las molestias más frecuentes en el embarazo. Si la futura mamá tiene que pasar varias horas al día sentada en el trabajo, conviene recordar estos consejos posturales.

Una buena alimentación y la práctica de ejercicio moderado contribuirán a mantener a raya los dolores, aunque como vemos es probable que duela la espalda durante el embarazo, es una de las molestias más frecuentes. Si la molestia nos impide hacer una vida normal, hay que acudir al ginecólogo.