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martes, 6 de noviembre de 2012

Aminoácidos en la dieta previenen preeclampsia

Un grupo de científicos de la Universidad Nacional de México encontró que lograron prevenir la preeclampsia en un grupo de pacientes de riesgo, administrando el aminoácido L-arginina en la dieta de las gestantes.

Recordemos que la preeclampsia o toxemia del embarazo es una condición cuyas causas se desconocen, que causa hipertensión y puede llevar a la muerte materna y fetal, razón por la cual la única solución posible en terminar con el embarazo – que en casos afortunados donde ocurre a una edad gestacional apropiada, acaba con un bebé prematuro que finalmente logra sobrevivir –. Se trata de una de las más preocupantes complicaciones del embarazo.

Esta enfermedad aparece después del quinto mes de gestación y sus síntomas son la hipertensión, además de presencia de proteínas en la orina. Una vez que se confirma el diagnóstico, puede evolucionar a un cuadro de daño neurológico potencialmente letal llamado eclampsia. Otro riesgo es el de hemorragias por hipertensión.

Si bien hasta ahora no había medidas concretas para prevenir esta enfermedad – más que tratar de llevar una vida saludable, lo cual no garantiza que finalmente ocurra – este ensayo en México encontró que administrar suplementos de L-arginina fue beneficioso y logró la prevención en mujeres con riesgos.

La L-arginina está presente en los alimentos con proteínas, también en algunos vegetales, en el aceite de oliva, en frutos secos y semillas. Es una fuente de compuestos vasodilatadores. Las células de los vasos sanguíneos la transforman en un compuesto llamado óxido nítrico.

“La lógica fue utilizar suplementación del aminoácido para que la paciente tuviera disponibilidad del compuesto que sirve para abrir los vasos sanguíneos y contrarrestar la hipertensión”. Con esta terapia, administrando el suplemento en forma de barras alimenticias – como las barras de cereal que conocemos – lograron que la mitad de las mujeres con riesgos evitaran la preeclampsia.

Así, si bien es probable que estas mujeres tengan la predisposición a la preeclampsia, con este suplemento se han defendido eficientemente de ella.

De esta manera, con nuevos estudios más amplios, se podría llegar a un protocolo que administre a la embarazada suplementos de L-arginina, tal como hoy ya se hace con el ácido fólico en la etapa pregestacional y durante el primer trimestre.

Varices después del parto: Cómo tratarlas

Durante el embarazo hay varios factores (hormonales, aumento de peso, presión del útero sobre las grandes venas etc.) que pueden producirnos transtornos en la circulación, entre ellos las varices, que se forman ante la imposibilidad de establecer un retorno de la sangre al corazón que sea eficaz.

Estos síntomas, unidos a la hinchazón, pesadez en las piernas, hormigueo o cansancio, suelen remitir progresivamente tras el parto, pero todo depende también de nuestro metabolismo, el nivel de gravedad y las medidas que mantegamos al respecto, de las que hoy vamos a hablar en nuestro Especial Cuidados Postparto.

Hábitos que te ayudarán a sentirte mejor

Las varices, que suelen darse sobre todo en las piernas, se tienen en cuenta a veces como un fenómeno antiestético que hay que tratar, pero cuando aparecen es principalmente la salud la que reclama nuestra atención, ya que son síntoma de un problema en nuestro sistema circulatorio que si sigue evolucionando nos puede causar mucho dolor y molestias.

Hay una serie de pautas que nos ayudan a prevenirlas o tratarlas en sus primeras fases, entre las que destacan evitar el sedentarismo (o pasar muchas horas de pie) y la obesidad, factores que agravan el problema.

El retorno venoso se impulsa a través de los músculos de las piernas y de la almohadilla plantar, por eso hay que evitar pasar mucho tiempo en la misma postura y dedicar un ratito cada día a caminar e ir retomando ejercicios suaves como el pilates y el yoga poco a poco.

Al estar sentadas es mejor no cruzar las piernas y tener los pies algo elevados, igual que al dormir, que podemos alzarlos ligeramente apoyándolos sobre un cojín o poniendo bajo el colchón algo que lo suba a la altura de los pies, como un guía de teléfono o similar.

Poner las piernas en alto siempre nos va a proporcionar descanso y alivio, igual que un buen chorro de agua fría al final de la ducha, dirigido a las piernas de forma ascendente, para activar la circulación.

Son incontables los motivos para dejar de fumar, sobre todo durante el embarazo, pero también es importante no volver a caer después del parto, ya que el tabaco aumenta la coagulación de la sangre, favoreciendo la aparición o empeoramiento de las varices.

Reduce el consumo de sal, la alimentación también cuenta

La retención de líquidos contribuye a la hinchazón de las piernas y afecta también a las válvulas venosas, que al deteriorarse empiezan a realizar mal su función de impedir que se acumule sangre en las venas y conseguir que fluya correctamente.

La sal favorece la acumulación de líquidos y muchas veces la consumimos casi sin darnos cuenta. Nuestros compañeros de Vitónica nos explican algunos trucos para reducirla en nuestra dieta, de los que podemos destacar sustituirla por especias al cocinar (al final se gana en sabor aunque no lo parezca) y evitar los alimentos precocinados ya que suelen contener mucha sal para conservarse mejor.

Seguir los consejos de alimentación postparto también nos resultará útil, ya que la fruta, la verdura y beber agua tiene un efecto diurético y además nos ayudará a mantenernos en nuestro peso.

Los alimentos ricos en potasio, como la acelga, el aguacate y el plátano, equilibran los efectos del sodio y favorecen la eliminación de líquidos.

También es importante evitar consumir asiduamente alimentos abundantes en grasas saturadas que aumentan los triglicéridos y el colesterol en sangre, como embutidos, carnes rojas, mantequillas, leche entera etc. y reducir la ingesta de comidas picantes, alcohol o café que producen dilatación de las venas.

Tratamientos: siempre aconsejados por un especialista

Dependiendo de la gravedad de las varices hay infinidad de tratamientos, que van desde el uso de medias de compresión hasta las intervenciones quirúrgicas, pasando por la medicación o las cremas para masaje, pero en ningún caso pueden tomarse a la ligera, ya que su éxito y ausencia de complicaciones dependerá siempre de una correcta aplicación, que debe indicarnos el especialista correspondiente.

Las medias elásticas no eliminan las varices, pero pueden servir como prevención o para aliviar los síntomas, ya que mediante su compresión gradual, disponible en varios niveles, activan la circulación.

Continuando con la vía externa las cremas vasculares, efecto frío o para piernas cansadas también ayudan a reducir molestias, aplicándose mediante un masaje circular ascendente. Como medicación interna tenemos los tónicos venosos, de los que hay una gran variedad, y mejoran los síntomas aumentando la tensión en la pared muscular de las venas.

El Castaño de Indias suele estar muy recomendado para el tratamiento de varices, pero hay que tener cuidado ya que su uso no es aconsejable ni para embarazadas, ni para tomar durante la lactancia. En ambos casos es mejor consultar con el médico que alternativas podemos tomar.

Dentro de los procesos ambulatorios está la termocoagulación, que aplica calor a la vena para que necrose, los tratamientos láser para la eliminación de varices o los esclerosantes que aplican una punción con la que se anula la vena.

Por último queda recurrir a la intervención quirúrgica de extracción de las venas varicosas, aunque es una técnica que cada vez más se intenta sustituir por alternativas menos radicales y que no requieran de ingreso, ni de varios días de reposo.

Como veis los tratamientos son muchos, muy variados y dependen de muchos factores, aunque la mayoría requerirán esperar un tiempo prudencial después del parto, así que, los necesitemos o no, siempre que podamos vale la pena poner igualmente todo de nuestra parte para prevenir o evitar el empeoramiento de las varices, nuestra salud en general saldrá ganando.

miércoles, 31 de octubre de 2012

5 medidas sencillas para restringir el consumo de azúcar a los niños

Todo padre sabe que no es bueno abusar de las famosas chuches, bollos, chocolates… Pero, ¿cómo negarle a tu hijo su capricho favorito? Se debe y se puede con estas cinco sencillas medidas, que ayudan a reducir el consumo de azúcar en niños.

Los alimentos que llevan azúcar tienen un sabor apetecible y eso fomenta que se quiera consumir. Por eso, limitar el azúcar a los niños requiere de una estrategia de padres y educadores que, además, han de apoyar el Gobierno y la industria.

Cinco medidas para reducir el consumo de azúcar en niños

No prohibir

Los expertos coinciden en que la prohibición no es eficaz. El niño probablemente lo vea como algo más deseable y puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Alejar

No poner dulces al alcance de los niños: no tener chuches en casa (ni refrescos azucarados) es muy recomendable

Informarse

Hay que establecer canales de comunicación con otros padres y con el colegio. La lectura de las etiquetas del los alimentos, también es importante.

Dosificar

No es lo mismo consumir un dulce mientras se ve la televisión, que después de haber hecho deporte toda la mañana. Así, los expertos recomiendan dejar los dulces-premio como alimentos que se reciben tras el ejercicio, preferiblemente practicado en familia.

No añadir

A pesar de la cada vez mayor concienciación sobre los peligros del exceso de calorías, todavía perduran hábitos poco saludables. Por ejemplo, si se hace un zumo de naranja, es innecesario añadir azúcar, puesto que las frutas contienen azúcares naturales.

El ejercicio moderado reduce el estrés y mejora el ánimo durante el embarazo

Es un hecho conocido que a veces el embarazo no es ningún lecho de rosas, y que la situación en sí de esperar un bebé – sumado quizá a otras cuestiones en la vida de la mujer – suman estrés o alteran el ánimo de la mujer, teniendo en cuenta además que las hormonas no ayudan tampoco a sentirse mejor.

El ejercicio moderado logra disminuir considerablemente los niveles de estrés en el embarazo, al tiempo que ayuda a mejorar el ánimo. Teniendo en cuenta que entre el 10% y el 30% de las mujeres padece de depresión en el embarazo y que esta dolencia puede tener un impacto negativo en el desarrollo cerebral del feto, actividades aeróbicas moderadas pueden ser de gran ayuda.

Este ejercicio moderado mejora también otros factores como el peso materno, evitando el sobrepeso que a su vez conlleva tendencia a la obesidad en el bebé, y tiene beneficios en la tolerancia de la madre a la glucosa.

Los beneficios del ejercicio abarcan también al sistema cardiovascular del feto, como también hay una positiva influencia en el tipo de parto e incluso en el posparto.

Por todos estos beneficios del ejercicio en el embarazo, presentados recientemente en el  III Simposio Internacional EXERNET y la II Convención de Postgraduados INEF, es que las mujeres sanas no deben dejar de practicar actividad física en el embarazo.

Cuidados de la piel en el postparto

Los cambios hormonales, el cansancio o los nervios de adaptarnos a una nueva situación, son factores que pueden afectar a nuestra piel, por eso hoy vamos a dedicarle nuestro especial Cuidados Postparto. Al fin y al cabo aunque nos de algún que otro problema también es la superficie donde más a gusto se va encontrar nuestro bebé y se merece toda nuestra atención.

El cutis: Manchas o acné, dos habituales

Si en la adolescencia tuviste acné o eres propensa a tenerlo es probable que durante el embarazo haya vuelto a manifestarse. Tras el parto tiende a desaparecer, pero no está de más seguir una buena rutina de higiene; desmaquillarnos todas las noches, y lavarnos la cara con algún jabón específico o sin detergente, pero sin abusar de la limpieza o los exfoliantes ya que nos pueden hacer producir más grasa.

A la hora de elegir hidratante, mejor que sea fluída y si nos ha quedado alguna marca o cicatriz por los granitos el aceite esencial de manzanilla (ideal para aplicar antes de dormir) nos ayudará a mejorar el aspecto de la piel, además de relajarnos, que nunca viene mal.

Aunque este acné suele ser de tipo hormonal, una alimentación rica en frutas y verduras, sin abusar de frituras y harinas refinadas o comidas muy grasas es importante también para devolver a nuestro cutis su aspecto habitual.

Durante el embarazo se pueden producir también manchas en la piel, lo que conocemos como cloasma o melasma, que tras el mismo también tienen a atenuarse por si solas. Una exfoliación suave y usar siempre un buen protector solar harán que nos aseguremos unos buenos resultados, pero si aun así el problema persiste es mejor consultar con el médico antes de empezar a usar cosméticos blanqueantes o realizar algún otro tipo de tratamiento.

Piel seca, estrías o flacidez, necesitan hidratación máxima

Durante el embarazo la piel se estira, sufre cambios y eso se traduce en sequedad y en la aparición de estrías. Como ya habíamos comentado tan importante es hidratar la piel por fuera como por dentro, así que debemos tratar de elegir alimentos antioxidantes, ricos en vitaminas y minerales que nos ayuden a producir colágeno, presentes en gran parte en las frutas, las verduras y los cereales integrales.

Algunos pescados azules también son recomendables por su aporte de ácidos grasos esenciales, y por descontado si tenemos que elegir una bebida mejor escoger siempre agua.

Los aceites vegetales son una buena opción para hidratar nuestra piel, aunque también podemos optar por alguna crema nutritiva, específica para pieles secas o para las estrías.

Si lo que nos preocupa es la flacidez en algunas zonas del cuerpo, tanto una dieta variada y sana como una buena hidratación son también imprescindibles para que poco a poco la piel vaya recuperando su tersura, aunque será necesario incorporar progresivamente el ejercicio para fortalecer el abdomen, reafirmar el pecho o ganar firmeza en glúteos y caderas.

Si el problema persiste siempre queda la opción de la cirugía estética, aunque es algo para pensar con calma, estudiar con el médico y sobre todo dejar para bastante más adelante, al menos entre 6 meses o un año después del parto.

viernes, 26 de octubre de 2012

Ventajas del segundo embarazo: resolvemos tus dudas

Todo el mundo afirma que el segundo embarazo siempre es más fácil. Sin embargo, a muchas madres les surgen dudas: ¿qué efectos tendrá la segunda gestación? ¿Cómo se lo tomará el mayor? ¿Cómo puede organizarse para pareja para criar a dos niños?

Cuando viene el segundo niño, las preguntas se acumulan y las respuestas que hallamos no siempre son tranquilizadoras. Te contamos las particularidades de un segundo embarazo que te ayudarán a superar la maravillosa prueba de traer al mundo una nueva vida.

¿Supone doble trabajo tener un segundo hijo?

Para Ana Fernández, directora del centro Mi Matrona, de Málaga, especializado en embarazo y familia, “es frecuente tener cierta ansiedad, sobre todo si la mujer ya ha vivido el primer hijo con la sensación de no haber podido dedicarle todo el tiempo que deseaba y teme que eso se repita”.

Pero ese doble trabajo se puede afrontar mejor si recordamos de dónde venimos. Como explica Isabel García, de Positiva Apoyo Psicológico, “esta fase se puede superar enseguida si la pareja analiza lo que ha aprendido del primer embarazo, porque se dará cuenta de que ahora están más preparados”.

¿Las mismas molestias y dolores en el segundo embarazo?

En el segundo embarazo también hay molestias físicas anunciadas que preocupan a las madres reincidentes, como dolores al estar de pie, sensación de peso en los genitales o escapes de orina al estornudar. Se deben a que el suelo pélvico, en un segundo embarazo, está más deteriorado, en especial si no lo hemos fortalecido. Aunque estos inconvenientes no siempre se verifican, conocer su origen ayuda a sobrellevarlos si se presentan.

Lo mismo ocurre con las contracciones, en ocasiones dolorosas, que pueden alarmar a la embarazada por segunda vez. La madre nota la diferencia con el parto anterior y se preocupa cuando en realidad lo que ocurre es que el útero tiene “memoria” y suele contraerse a causa del cansancio. Si bien eso no indica que el parto vaya a adelantarse, puede resultar muy molesto. Pero si en la fase previa al segundo embarazo hemos realizado los ejercicios de Kegel, muchas de esas molestias llegan a ser casi imperceptibles.

En muchas mujeres, la barriga crece más rápido debido a que los músculos abdominales han perdido tono en el embarazo anterior. Y los movimientos del feto suelen percibirse antes, hacea la 16ª o 17ª semana, debido a que la madre está más sensible.

¿Es mejor el parto en el segundo embarazo?

En el segundo embarazo el parto suele ser mejor, porque ya no hay fase de preparto, es decir, cuando el cuello del útero se tiene que ablandar, acortar y centrar, esa etapa ya está cumplida, aunque hayan pasado diez años desde el primero. El útero también es más flexible, por lo que el trabajo de parto del segundo bebé suele ser más breve.

También la vagina es más elástica puesto que no es la primera vez que un bebé pasa por el canal vaginal y todo ello suele contribuir a que el trabajo de parto resulte menos duro. Y ya que el parto es más fácil, se pierde menos sangre y hay menor riesgo de anemia en la etapa posterior. Además, la madre es una colaboradora más eficaz, ya sabe empujar, comprende mejor las instrucciones del ginecólogo o la matrona y está menos asustada.

Café, galletas y bocadillos reducen el peso al nacer

Sabemos que lograr un buen peso al nacer es un factor de buena salud del recién nacido. Sin embargo, ingerir alimentos poco saludables podría hacer que el bebé nazca con menos peso.

El problema radicaría en consumir alimentos con alto contenido de acrilamida, como las patatas fritas, los chips, las galletas, los cereales o el café, que producen un menor peso del bebé al nacer y una menor circunferencia del diámetro craneal.

Estos datos se desprenden de un estudio realizado en Dinamarca, Inglaterra, Grecia, Noruega y España sobre la dieta de 1.100 mujeres embarazadas y sus recién nacidos, a cargo del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona y la Universidad de Estocolmo (Suecia).

La diferencia entre quienes llevan una dieta de alimentos poco saludable con altos índices de archilamida puede ser de hasta 132 gramos en el peso del bebé y 0,33 centímetros en el tamaño de su cabeza. Esta sustancia se forma al freír, asar, tostar u hornear alimentos ricos en carbohidratos como las patatas fritas, chips, bollería o cereales de desayuno. Su efecto adverso es comparable – incluso – al del tabaquismo.

Un peso bajo al nacer, además, se relacionaría con otras dolencias durante la vida como estatura reducida, aumento de la incidencia de enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus tipo 2 y osteoporosis.

Lo que el estudio ha logrado confirmar es que esta sustancia atraviesa la placenta y, por lo tanto, existe un particular riesgo para la salud del feto.