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domingo, 16 de diciembre de 2012

Consejos saludables para vivir el embarazo en Navidad

Se acerca una fecha muy especial que es la Navidad, y si estás esperando un bebé seguramente que este año será para ti particularmente memorable. Pero claro, tu condición de embarazada hace que debas vivir los festejos con algunas precauciones extras, así que repasemos algunos consejos saludables para vivir el embarazo en Navidad.

Recuerda que algunos alimentos como los embutidos o algunos pescados, también determinados quesos, no son recomendables en esta etapa. Cualquier preparación que incluya carne cruda como el carpaccio o el sushi, no se recomiendan en absoluto.

Recuerda que el alcohol tampoco se considera seguro, así que a brindar con zumos o refrescos.

El aumento de peso no es nada recomendable, así que es importante controlar las calorías que se ingieren, además hay que evitar las comidas copiosas pues puede acrecentar los malestares digestivos de esta etapa.

Otra sugerencia es descansar debidamente. Son días en los que solemos irnos a la cama más tarde, pero en esta ocasión, procura no hacerlo tan tarde y descansar lo suficiente.

En las fiestas, las mujeres tratamos de lucirnos con nuestro atuendo, sin embargo, la embarazada debe estar cómoda, esto incluye no llevar ropa muy ceñida ni tacones altos.

En general, se trata de tener sentido común y adaptarse a las moderadas limitaciones que supone la gestación, siempre pensando en el beneficio del bebé.

Acido fólico en el embarazo, también para un mejor desarrollo mental en el bebé

Es sabido que la vitamina B9 o ácido fólico en el embarazo, es esencial para prevenir defectos del tubo neural, pero también tendría otros beneficios, como contribuir a un mejor desarrollo mental del bebé.

Tendría un fuerte impacto no sólo al prevenir enfermedades graves como la espina bífida o la anencefalia, sino también para evitar un mayor riesgo de que el niño desarrolle problemas emocionales o de conducta.

Algunos estudios también han señalado al ácido fólico como eficaz para prevenir retrasos en el lenguaje e incluso que contribuiría a tener niños más listos.

El ácido fólico es una ayuda indispensable durante el embarazo, que se recomienda empezar a tomar desde al menos un mes antes del comienzo de la gestación para asegurarse que el organismo de la mujer cuenta con las reservas necesarias de esta vitamina esencial. Cuando se entera que está embarazada el tubo neural puede ya haberse formado, por eso es tan importante empezar a tomarlo antes.

Se recomienda un complemento vitamínico de 400 microgramos de ácido fólico, siempre como parte de una dieta saludable. En la dieta se debe incluir alimentos ricos en ácido fólico (por ejemplo: la harina, el arroz, la pasta, el pan y los cereales) y en folato, es decir, la forma natural del ácido fólico que se encuentra en algunos alimentos como son las verduras de hojas verdes, las legumbres o las naranjas.

Además de prevenir defectos del tubo neural, el ácido fólico demuestra contribuir a la salud mental del bebé y a mejorar su desarrollo, por tanto es suficiente para comenzar a tomarlo a la hora de planear un embarazo sano.

martes, 11 de diciembre de 2012

La rutina del recién nacido en Navidades

No solo el bebé está en un periodo de adaptación, tú también te estás haciendo a dos novedades: tu hijo y los cambios de tu cuerpo. El posparto puede resultar muy cansado y es probable que no estés en disposición de participar al cien por cien en los acontecimientos familiares de las Navidades.

Mejor en casa ajena
  • Si organizas las celebraciones en tu hogar, tendrás que encargarte de los preparativos (con el esfuerzo añadido que supone).
  • Además, si no te encuentras con ánimos de seguir la juerga a una determinada hora, te será muy difícil sugerir a tus invitados que se vayan.
  • Lo más sensato es que vosotros acudáis a casa de alguien, ya que así os podréis retirar con más facilidad cuando lo creáis oportuno.
  • Tu hijo debe hacer lo mismo que si estuviera en casa. Ahora que estás conociéndole y ayudándole a establecer sus ritmos, es esencial mantener sus rutinas de alimentación y sueño y procurar que se cumplan unos horarios más o menos regulares.
  • En estos días de fiesta el bebé debe seguir la rutina que tú hayas establecido con él: el baño, la cena y a dormir. No hay problema en que le acuestes en el cuco del cochecito en lugar de en su cuna.
  • Es importante que no esté en la misma habitación que el resto de la familia, sobre todo si hay fumadores, y que cuando le toque la toma vayas tú al cuarto donde se encuentra el pequeño y le des el pecho tranquilamente.
  • Quizá algún familiar te pueda tachar de exagerada o extremista, pero si permites que el bebé se excite mucho, quien pasará una mala noche al llegar a casa serás tú.

Los embarazos son realmente contagiosos

En grupos de mujeres como hermanas, amigas o compañeras de trabajo, suele ser habitual que cuando aparece una embarazada, las otras las sigan. Es habitual que en el entorno de la embarazada, haya otra mujer en igual condición. Un estudio ha logrado determinar que esto ocurre efectivamente así.

La investigación fue realizada por la Universidad de Bamberg, que analizaron a 42.000 mujeres de 7.600 empresas, hallando que cuando una mujer se embaraza, se duplican las posibilidades de que otra de su entorno se ponga en el mismo estado durante el año posterior, determinando que hay algo de cierto en eso de los embarazos contagiosos.

La explicación es que la experiencia de una mujer cercana, puede despertar el deseo de la maternidad en otras, al ser observadoras directas de su satisfacción y felicidad.

O como lo explicaron los investigadores “como la decisión de tener un hijo se toma en medio de una gran incertidumbre, las experiencias del entorno social cobran especial relevancia para las mujeres”. Es decir que si una mujer ve a una amiga que considera similar a ella salir airosa de la experiencia de ser madre, eso le infunde valor, el empujón final que le faltaba.

Y también, claro está, la cuestión cronológica, pues si un grupo de amigas, compañeras de trabajo o hermanas tienen similares edades, es más lógico aún que si una comienza a andar el camino de la maternidad, las otras las sigan.

¿Como evitar el estrés en el embarazo?

Una de las claves para un embarazo sano y feliz es cuidar la mente y tener el descanso adecuado. Hay muchas situaciones que nos pueden llevar a momentos complicados, pero si conseguimos evitar el estrés en el embarazo lo agradecerá nuestro cuerpo y el bebé. ¿Cómo conseguirlo?

Si el estrés se mantiene en el tiempo con cierto grado de intensidad puede causar daño tanto a la salud física como mental. Hay estudios que señalan que el estrés en el embarazo afecta al bebé (las hormonas del estrés atraviesan la placenta), y lo hace de manera muy diversa.

Durante el embarazo, puede haber ciertos momentos más estresantes: si tenemos exceso de trabajo, si hay problemas familiares, si nos preocupa alguna prueba médica, cuando se acerca el momento del parto…
Es un grado de estrés habitual y normal, pero sabremos que el estrés empieza a afectarnos si tenemos síntomas psíquicos como ansiedad, insomnio, tristeza continuada o físicos como jaqueca, dolor de espalda, pérdida de apetito, facilidad para enfermar…

Entonces conviene consultar al especialista si los síntomas se prologan en el tiempo y sobre todo intentar poner remedio a la situación de estrés. Es posible que necesitemos ayuda profesional si los efectos del estrés se prolongan, como en el caso de haber sufrido un acontecimiento traumático, una fuerte presión laboral, el rechazo de la pareja o la falta de apoyo…

Pero tenemos que procurar en la medida de lo posible buscar nuestro bienestar psíquico gracias a algunos “trucos” para evitar el estrés en el embarazo.

Consejos para evitar el estrés durante el embarazo 

Si sientes algún síntoma de estrés, ya sean físicos o emocionales (generalmente van unidos) es conveniente “echar el freno”, pararse a pensar qué nos está afectando y sobre todo empezar a realizar actividades que nos resulten placenteras.

No hay una respuesta única, cada mujer tendrá sus preferencias, pero si no sabes por dónde empezar, aquí te damos unos consejos que ayudarán a reducir el estrés y a que te sientas mejor durante el embarazo. Y no solo eso: hemos de pensar que el bebé también lo agradecerá.
  • Masajes durante el embarazo. Quién no agradece un masaje… Durante el embarazo, es una buena manera de descargar tensiones, de relajarse y por ejemplo dormir mejor si se hace antes de la hora de acostarse.
  • Baños relajantes. En vez de la ducha rápida de todos los días, vamos a procurar un momento de relax con un baño de espuma (eso sí, con jabón suave que no perjudique la piel).
  • Escuchar música, la que más nos guste, la que más nos relaje, la que nos haga tararear y mover la cabeza a su ritmo. Puede ser clásica o moderna, el caso es que todos tenemos nuestra música o canciones favoritas y pararse a escucharlas nos desconecta del mundo exterior y nos crea gran confort.
  • Ejercicios de relajación, como los que os hemos traído en diversas ocasiones a nuestras páginas. Es fundamental para realizar estos ejercicios buscar el momento más adecuado, en el que estemos tranquilas y cómodas. Aprender a relajarse es también una buena preparación al parto, ya que la relajación podrá ayudarnos a afrontar las sensaciones físicas durante el parto, así como a estar mentalmente tranquilas.
  • Leer. ¿Cuánto hace que no coges un libro? ¿No te gustaba leer antes? Siempre es buen momento para retomar esta afición que relaja cuerpo y mente y ayuda a conciliar el sueño.
  • Ver cine, nuestras películas favoritas o los estrenos. Ya sé que no está el precio de las entradas como para ir cada semana al cine, pero también existen los vídeoclubs, servicios de préstamo de bibliotecas… y alguna vez hasta en la tele podemos ver algún film interesante (aunque si os pasa como a mí acabaréis dormidas antes del fin).
  • Pasear, caminar durante el embarazo es una actividad muy relajante y beneficiosa para la mamá y el bebé, una actividad que conlleva múltiples beneficios y que deberíamos intentar hacer todos los días.
  • Hacer ejercicio. Caminar es uno de los ejercicios más adecuados durante el embarazo, pero hay otros muchos que nos pueden ir bien. Si no existe ninguna contraindicación, realizar ejercicio moderado y habitual durante el embarazo es bueno para la madre y para el bebé, reduce los niveles de estrés y proporciona un importante bienestar físico y mental. Salir en bicicleta, hacer natación, practicar yoga, el método pilates, tai-chi…
  • Dejar el trabajo al salir del trabajo. El estrés laboral es una de las principales preocupaciones de la vida actual. Es bueno desconectar al salir del trabajo, dejar las tareas para el horario laboral y marcarse algunas pautas como no coger el teléfono o no consultar el correo del trabajo cuando estamos en nuestro tiempo libre. Si nuestro trabajo nos provoca un estrés continuado que afecta a la salud, hay que plantearse ir al médico y explicarle la situación por si conviene que nos den la baja.
  • Dedicarte tiempo a ti misma, a estar guapa, a ir a la peluquería, a la esteticién, a la manicura… A menudo sentimos que los cambios que afectan a nuestro cuerpo son desastrosos e irreversibles. Pero se puede estar (y sobre todo sentirse) guapa y embarazada, y esto nos dará mayor seguridad y optimismo en el día a día.
  • Practicar sexo durante el embarazo es recomendable y seguro, si no existe ningún riesgo proporciona beneficios para todos, entre los que se encuentran la fortificación de la relación de pareja, mejor calidad del sueño y descanso…
En definitiva, cualquiera de estas prácticas o mejor, varias de ellas, pueden ayudarnos a evitar el estrés durante el embarazo y aumentar nuestro optimismo. Casi siempre, pensar en la gran recompensa que llegará con el nacimiento del bebé es una buena razón para intentar sentirnos mejor y superar los baches.

martes, 4 de diciembre de 2012

Problemas de la vista en niños

Cuando el bebé nace, ve borroso a su alrededor y empieza a desarrollar la vista en función de sus necesidades. Al principio ve definido lo que está a unos 20-30 centímetros de su cara. Y lentamente va ampliando su campo de visión. La agudeza visual de los niños no pasa del 0 al 100 de un día para otro. Hasta los 6 años los niños no alcanzan el 100% de su visión. Esto no quiere decir que no existan problemas en la vista antes de los seis años, puede haberlos y cuanto antes los detectemos más posibilidades tendremos de corregirlos.


Astigmatismo

Se produce porque la córnea, la membrana transparente del ojo, tiene forma irregular.
  • En qué consiste: Una parte de la imagen queda enfocada por delante del resto, tanto en los objetos cercanos como en los lejanos. Los pequeños con astigmatismo normalmente ven las líneas verticales mejor que las horizontales.
  • Cómo detectarlo: En ocasiones los niños pueden girar la cabeza para mirar algo, ya que hay una parte de la córnea con la que enfocan mejor. No es fácil de detectar, a menos que el niño exprese que ve borroso o manifieste otras molestias.
  • Tratamiento: Si el astigmatismo genera problemas en la visión, el tratamiento habitual son las gafas. Suele ir asociado a miopía o hipermetropía.

Ojo vago o ambliopía

Es muy importante diagnosticar el ojo vago en los dos primeros años del niño, porque pasado un tiempo la pérdida de visión no se recupera.
  • En qué consiste: El ojo vago comienza cuando un ojo, o los dos, pierden un grado importante de visión. Puede estar causado por un problema de vista, por estrabismo o muy excepcionalmente por otras razones, como una catarata. Sin embargo, el auténtico problema de ojo vago se genera porque el cerebro, al recibir dos imágenes diferentes, la de un ojo y la de otro, acaba ignorando la imagen que ve mal. Poco a poco las vías que llevan información del ojo al cerebro dejan de funcionar por falta de uso, y el niño acaba dependiendo de un solo ojo para ver. Hasta los tres años de edad se puede reeducar al cerebro para que vuelva a ver por ese ojo, por eso es tan importante la detección precoz.
  • Cómo detectarlo: Debemos prestar atención si el niño es prematuro o existen en la familia antecedentes de ojo vago, problemas de retina, miopías, hipermetropías o astigmatismos altos. Los signos de alarma pueden ser:
    - El niño tuerce un ojo en ciertas ocasiones o cierra uno de los dos ojos para enfocar.
    - Tiene dolores de cabeza o tortícolis.
    - Inclina la cabeza a un lado para mirar las cosas.
    - Hace guiños, se frota los ojos muy a menudo.
    - Ya de más mayor omite palabras al leer o confunde las letras pequeñas.
  • El tratamiento: Consiste en llevar gafas y parches. Aunque para el niño es molesto porque le forzamos a mirar por el ojo por el que no ve bien, es primordial seguir al pie de la letra las recomendaciones del oftalmólogo.

Miopía

Se descubre en la edad escolar, cuando los niños muestran dificultades para ver lo que hay en la pizarra, ya que hasta entonces su mundo se ha desarrollado al alcance de su mano.
  • En qué consiste: La miopía implica ver bien de cerca y mal de lejos, debido a que la imagen, que debería formarse en la retina, se forma por delante de ésta. Esto hace que los objetos lejanos se vean borrosos. El niño puede tener una miopía baja (de 0 a 2 dioptrías), media (de 2 a 4) y alta (de 4 a 6). Con más de 6 dioptrías la miopía puede estar asociada a problemas de retina.
  • Cómo detectarla: Suele dar los siguientes síntomas: el niño entorna los ojos a menudo para enfocar en la distancia; muestra preferencia por actividades que requieren visión cercana, y es posible que rechace otras al aire libre que requieran agudeza visual de lejos. Pueden confundir a personas conocidas cuando se hallan a cierta distancia.
  • Tratamiento: La miopía se puede corregir con una operación con láser, pero no se puede practicar hasta que no haya terminado el crecimiento, es decir, al menos hasta los 18 años. Mientras tanto se hace un tratamiento con gafas cuya finalidad es que el niño consiga ver bien y evitar que la miopía aumente demasiado.

Hipermetropía

El niño ve bien de lejos y no tan bien de cerca. Suele diagnosticarse en la edad escolar.
  • En qué consiste: La hipermetropía es lo contrario de la miopía: el niño ve bien de lejos y peor de cerca. Las imágenes se enfocan por detrás de la retina, por lo que los objetos cercanos no se ven nítidos.
  • Cómo detectarla: A los niños con hipermetropía puede dolerles la cabeza al realizar actividades que le obligan a mirar de cerca durante mucho tiempo. Tras estas actividades pueden tener también los ojos cargados, los párpados rojos o torcer los ojos, por el esfuerzo que han hecho.
  • Tratamiento: Las gafas son la solución habitual. Su uso dependerá de las dioptrías y de cuánto afecte la hipermetropía a la vida del niño. Este problema suele corregirse con el tiempo, si seguimos las indicaciones que nos ha hecho nuestro oftalmólogo.

Estrabismo

Decimos que un niño tiene este problema cuando uno o los dos ojos se desvían de los ejes oculares, es decir, cuando la mirada no está alineada.
  • En qué consiste: Normalmente uno de los ojos se desvía hacia dentro o hacia fuera, pero también puede hacerlo hacia arriba o hacia abajo. Puede ser un problema de la musculatura del ojo: hay músculos que tiran más fuerte hacia un lado y el ojo se tuerce hacia allí, lo que repercute en la visión del niño, ya que el cerebro recibe dos imágenes diferentes y elimina una, lo que puede causar ojo vago. También puede ser secundario a un problema de visión o excepcionalmente el síntoma de una enfermedad sin relación con la vista.
  • Cómo detectarlo: Los dos ojos no están alineados, y es posible que no se muevan a la par en la misma dirección. En los bebés puede haber un falso estrabismo: parece que el niño tuerce un ojo, pero no es más que un efecto óptico debido a la forma del ojo o del puente de la nariz. Ocurre también en los niños orientales. Pediatra y oftalmólogo son los responsables de diagnosticar correctamente un estrabismo.
  • Tratamiento: Cuando el estrabismo está asociado a miopía o hipermetropía, las gafas pueden ayudar a corregir la desviación de los ojos, incluso totalmente en algunos casos. Otros niños necesitarán cirugía, que no se puede realizar con láser.

Madres de hijos únicos con antecedente de preeclampsia: mayor riesgo cardíaco

Aquellas mujeres que han padecido preeclampsia en el embarazo, y han tenido un solo hijo, tienen un riesgo elevado de tener problemas cardíacos en comparación con otras mujeres.

En efecto, tienen mayor tendencia a morir por enfermedades cardiacas que aquellas que desarrollaron esta complicación en el embarazo pero luego tuvieron otros hijos. Es por ello que según esta investigación de  Universidad de Bergen, estas mujeres deberían tener un seguimiento de su salud más minucioso que otras.

Se llevó adelante un seguimiento de mujeres que se convirtieron en madres entre 1967 y 2009, encontrando que tres décadas más tarde, casi 3.900 de las 836.000 mujeres habían fallecido por enfermedades cardiacas.

Se determinó de esta manera que las mujeres con preeclampsia en el primer embarazo tenían un mayor riesgo de muerte relacionada con la enfermedad cardiaca que las mujeres que no tuvieron preeclampsia. El dato relevante es que ese riesgo era hasta nueve veces mayor entre las mujeres que habían tenido un hijo, en comparación con 2.4 veces mayor entre las que tenían más hijos.

Si bien a las mujeres con preeclampsia se les suele indicar un seguimiento médico especial, éste debería ser aún más estricto en el caso de aquellas que hayan tenido un solo hijo.

Una explicación probable es que puede que existan problemas de salud subyacentes, como la diabetes, que disuaden o previenen más embarazos, no atribuyéndole el hecho de no tener más hijos a la preeclampsia en sí.

Si bien el estudio descubrió una asociación entre la preeclampsia, tener un solo hijo y la muerte materna de enfermedad cardiaca, no probó causalidad.