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miércoles, 29 de mayo de 2013

Protección solar para bebés


Tratamiento para el sol de los más pequeños

Al contrario de lo que se pueda pensar, un cielo nublado deja pasar los rayos UVA y UVB del sol. Solamente detiene los rayos infrarrojos, por eso no sentimos sensación de calor pero podemos llegar a quemarnos. La piel de los más pequeños se puede ver muy afectada por esta circunstancia.

Asimismo, nos olvidamos a menudo que la luz visible y los rayos ultravioletas del sol pueden alcanzar la piel humana también indirectamente, al reflejarse sobre diversas superficies: sobre el agua un 20%, sobre la hierba un 10%, sobre la nieve un 85% y sobre la arena de un 15 a un 25%.

Por esta razón, es importantísimo que protejas tu piel y la de los más pequeños, ya que sin querer podréis sufrir daños.

Para que el bebé disfrute del sol sin peligro

La delicada piel de los bebés y de los niños es la que más sufre en el verano. Dermus, la Asociación de Clínicas privadas en Dermatología, aconseja seguir una serie de cuidados que ayudarán a que los peques puedan disfrutar del sol sin peligro:

- No se debe exponer al sol a un niño menor de 3 años.
- No exponerse al sol entre las 12h y las 16h.
- No olvides proteger a los pequeños con camiseta, sombrero y gafas, además de la protección solar.
- Utiliza una protección adaptada al tipo de piel de los niños: resistente al agua, a la arena y con una alta tolerancia.
- Aplica siempre el producto 30 minutos antes de salir a la calle.
- Vuelve a aplicarlo cada 2 horas y después de cada baño.
- Insiste sobre todo en espalda, rostro, nariz, orejas y nuca.
- Protege a los pequeños en todas las actividades al sol.
- No olvides que beban agua de forma regular, para evitar que se deshidraten.

¿Embarazada? Cuida tu boca: las infecciones en las encías duplican el riesgo de parto prematuro

Mucho se habla de prepararse para el embarazo, pero a la salud de la boca no se le da la importancia necesaria, aún cuando las enfermedades bucodentales pueden suponer un riesgo para la gestación. Por eso, si estás embarazada o planeas estarlo cuida tu boca, y muy especialmente las encías, pues las infecciones de encías duplican el riesgo de parto prematuro.

Antes de plantearse un embarazo es fundamental una revisión con el dentista para evitar problemas a futuro. Las enfermedades periodontales como la gingivitis (inflamación e infección de las encías ) o la periodontitits (gingivitis avanzada sin tratamiento), sobre todo si se tenían desde antes de quedar embarazada, aumentan el riesgo de complicaciones como que el bebé nazca antes de tiempo o tenga bajo peso al nacer.

Los expertos calculan incluso que el riesgo de parto prematuro se puede llegar a triplicar si la madre tiene periodontitis. Creen que puede afectar al 36% de las embarazadas, siempre que haya gingivitis previa. Además, se relaciona también la enfermedad con un mayor tiempo para lograr el embarazo.

La gingivitis es muy frecuente en el embarazo y se caracteriza por una inflamación y enrojecimiento de las encías. Sangran con facilidad y tiene aspecto engrosado y aumentado de tamaño entre los dientes debido a la propia inflamación. Esto propicia que se acumulen bacterias debajo de la encía.

Son las propias hormonas del embarazo, debido a que provocan un aumento del flujo sanguíneo, las causantes de que las encías se inflamen y duelan, aumentando el riesgo de desarrollar gingivitis.

Por tanto, los especialistas recomiendan una mayor prevención antes de quedar embarazada. Así como preparas tu organismo cuidando tu alimentación y haciendo ejercicio, también hablan de “prepararse bucalmente” para ser madres.

Una vista obligada al dentista y una buena higiene bucal.

El uso de faja en el posparto

Es habitual entre las mamás recientes el uso de una faja de soporte tras el parto, ya sea que se haya producido en forma vaginal o mediante cesárea. En los primeros días tras dar a luz, estas fajas elásticas permiten brindar soporte a los tejidos abdominales distendidos durante el embarazo, aportando mayor confort.

Y en caso de una cesárea, permiten realizar algunos movimientos un poco más amplios, con la tranquilidad que la incisión no se moverá ni causará un dolor excesivo o problemas con la herida.

Además, las fajas posparto podrían ayudar a reducir el abdomen tras el embarazo y a recuperar la figura más rápidamente. En los primeros días tras el parto, la faja es útil y en cierta medida ayuda al útero a regresar a su sitio, permitiendo mayor comodidad.

Sin embargo, el uso prolongado de la faja puede hacer que los músculos abdominales no trabajen lo suficiente, lo cual no es ninguna ayuda, pues son el sostén natural del abdomen y en definitiva los que deben realizar el trabajo de soportar la barriga.

No esta demostrado, en principio, que utilizar faja ayude a recuperar la figura más rápido que si no se utiliza nada, es por ello que hay médicos que la sugieren y otros que no.

No obstante, la faja no debe ser utilizada demasiado tiempo, pues hay que dejar que los músculos del abdomen y la espalda hagan su trabajo para obtener a largo plazo un sostén natural que nos asegure una buena postura y evite problemas posturales – musculares u óseos – más adelante.

Si la mujer ha dado a luz por cesárea probablemente necesite la faja un poco más, hasta acostumbrar su abdomen a sus movimientos habituales una vez el proceso de cicatrización vaya avanzando. Sin embargo, tras cierto tiempo, también conviene dejar de utilizarla para rehabilitarse naturalmente.

En cualquier caso, no conviene llevar faja mucho más allá del primer mes. Es importante decir que no es probable que la faja de haga volver a tu forma antes de lo que sucedería si no la llevas. Además si es verano y has tenido una cesárea, conviene airear la herida para su mejor cicatrización. Acumular humedad, calor y sudor sobre la incisión no te ayudará en nada.

sábado, 25 de mayo de 2013

La lactancia materna prolongada reduce el riesgo de ser celiaco

Mantener la lactancia materna mientras se introduce el gluten en la dieta del bebé puede puede llegar a disminuir hasta en un 60% el riesgo de desarrollar la celiaquía, según diferentes estudios. En España, uno de cada 80 niños es celiaco.

Uno de cada 80 niños españoles tiene intolerancia al gluten, y el 42% de los diagnósticos de enfermedad celiaca se produce en niños de entre 2 y 6 años, según el registro español de nuevos casos de enfermedad celiaca (REPAC) de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica.

Lactancia y celiaquía

Distintos estudios han llegado a la conclusión de que la prolongación de la lactancia materna durante el inicio de una dieta con gluten reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad celiaca. El doctor Luis Peña, presidente de esta sociedad científica, indica que “la leche materna contiene un gran número de componentes que ayudan y protegen al niño a través de mecanismos biológicos complejos, incluyendo la creación de defensas de las infecciones y el desarrollo de tolerancia frente a antígenos alimentarios”.

La Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica asegura que la eficacia protectora de la lactancia puede llegar a disminuir hasta en un 60% el riesgo de ser celiaco siempre que se introduzca el gluten a partir de los 4 meses de edad. Recordamos que la OMS recomienda la lactancia materna en exclusiva hasta los 6 meses de edad.

Síntomas de la enfermdad celiaca

Los celíacos son personas que por una predisposición genética reaccionan al gluten, una proteína presente en muchos cereales como el trigo o el centeno. Por eso, contar con familiares celiacos constituye un factor de riesgo añadido importante. Tal como explica el doctor Peña, “esta patología puede debutar a lo largo de toda la vida de una persona”. Aún así, la edad media del diagnóstico es de 3,7 años, y el 42% de los diagnósticos se realizan en niños de entre 2 y 6 años”.

El 70% de los celiacos que toman gluten sufren diarrea crónica, pérdida de peso y distensión abdominal, aunque el síntoma más frecuente en niños menores de 6 años es la distensión abdominal y, en los mayores, la disminución del apetito y la deficiencia de hierro.

La importancia del diagnóstico precoz

Los expertos coinciden en señalar que un diagnóstico y tratamiento precoces pueden evitar problemas a largo plazo, como osteoporosis y osteopenia y, además, pueden contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades autoinmunes asociadas a la enfermedad celiaca. Por eso, insisten en la importancia de que los niños sean atendidos por el especialista pediátrico.

La alimentación en el embarazo protege contra la bronquiolitis

La bronquiolitis es la inflamación de las vías aéreas pequeñas que afecta durante la temporada invernal a los menores de dos años, y que produce más tasas de ingresos hospitalarios y complicaciones respiratorias graves en los niños.

Si bien suele ser la principal preocupación de salud de los padres durante el invierno, lo cierto es que se puede comenzar a prevenir ya desde el embarazo, y particularmente con la alimentación de la madre.

En concreto, un estudio realizado en Argentina por la Fundación Infant, junto a pediatras de hospitales públicos, determinó que una alimentación rica en hidratos de carbono y pobre en frutas y verduras, puede aumentar hasta siete veces las posibilidades de que ese bebé contraiga bronquiolitis en sus primeros años de vida.

Es que una alimentación en el embarazo rica en frutas y verduras, tiene un buen efecto en la formación de los pulmones y en el desarrollo del sistema inmune del feto, lo cual le dará mayores herramientas para soportar mejor una infección de sus vías respiratorias.

Cabe señalar para tener en cuenta la importancia de prevenir esta enfermedad, que en 2011, el año en el que se inició el estudio, las infecciones por el virus sincicial respiratorio – principal agente causante de la bronquiolitis – causó 14 veces más hospitalizaciones y cuatro veces más muertes en los menores de dos años que la gripe A en plena pandemia.

En este estudio, participaron las familias de 1293 chicos; el 62% estaba infectado con el VSR y más de la mitad tenía menos de 6 meses de edad.

Se analizaron las condiciones de vida de cada familia, incluso si se fumaba en el hogar, la educación de los padres, la lactancia y los factores de riesgo posnatales conocidos de las infecciones respiratorias.

Entre las encuestas, se interrogó sobre los hábitos de alimentación de las embarazadas en cuanto a grupos de alimentos: grasa, carbohidratos, proteínas y frutas/verduras. Se halló que los hijos de las mujeres que los consumían durante el embarazo cuatro veces o más por semana pan, bollería, refrescos azucarados, arroz, patatas, pasta o azúcar refinada, tenían siete veces más probabilidades de llegar con complicaciones más graves de bronquiolitis que aquellos bebés de madres con mayor consumo de frutas y verduras, concretamente con un nivel bajo de oxígeno en sangre.

El consumo materno habitual de frutas y verduras, en este caso, redujo en un 75 % las posibilidades de que el niño enferme de bronquiolitis.

Así que a pesar de que aún faltan muchos meses para la temporada invernal, las embarazadas que den a luz en esa época deben comenzar ya mismo a proteger la salud respiratoria de sus hijos, consumiendo alimentos sanos.

Fumadores pasivos en la infancia, ¿más agresivos?

El humo “de segunda mano” es aquel que los no fumadores respiran cuando se exponen en un ambiente con humo provocado por el tabaco, cuando fuman a su lado o entran en un lugar en el que se ha fumado. Un estudio reciente señala que los fumadores pasivos en la infancia tienen más posibilidades de ser agresivos.

Independientemente de si han sido expuestos al tabaco durante el embarazo o sus padres tienen una historia de ser antisociales, los niños expuestos al humo tienen más probabilidades de crecer físicamente agresivos y antisociales.

Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores canadienses y publicado en “Journal of Epidemiology and Community Health”, que señala que el 40% de los niños de todo el mundo están expuestos al humo no inhalado directamente. Como el cerebro del niño en la primera infancia está en desarrollo, ese humo es peligroso.

En la investigación se analizaron datos de 2.055 niños desde su nacimiento hasta los diez años de edad, incluyendo informes de los padres sobre la exposición al humo de segunda mano y de los maestros y los propios niños sobre su comportamiento en clase.

Los niños que estuvieron expuestos al humo de segunda mano, aunque fuera temporalmente, tenían muchas más probabilidades de presentarse más agresivos. Así lo señalan las conclusiones del estudio:

En comparación con sus pares no expuestos, los niños expuestos al humo de segunda mano en la infancia, continuamente y de forma intermitente, mostraron una mayor propensión a la agresión física y el comportamiento antisocial a finales del cuarto grado.

Y aunque no se puede determinar ninguna relación causal directa (¿existe en los hogares de padres que fuman junto a sus hijos más propensión a comportamientos violentos?), la correlación estadística sugiere que la exposición a humo de segunda mano prevé un comportamiento desviado en la infancia tardía.

Ya se sabe que los bebés expuestos al humo tienen mayor riesgo de infecciones y además en la orina de los niños que conviven con fumadores se ha observado altos niveles de agentes cancerígenos en la orina.

Si el humo “de tercera mano” ya es nocivo para la salud, qué será de ese humo respirado. Los riesgos del tabaquismo pasivo para los niños son múltiples.

Por ello hay que procurar que en el hogar con bebés y niños no se fume, ya que la exposición pasiva al humo es causa de enfermedades y puede afectar al desarrollo neurológico. Los lugares cerrados que han estado expuestos al humo y aquellos en los que hay fumadores no son ambientes apropiados ni sanos para los niños, incluso aun cuando esta relación entre los fumadores pasivos y la agresividad no sea demostrada por completo.

martes, 21 de mayo de 2013

Niños celíacos

Si crees que tu niño es celíaco seguro ya has consultado al pediatra,comentamos aspectos que te preocupan por eso hoy tratamos del niño celíaco.

La enfermedad celíaca es una enfermedad intestinal, que tiene que ver con una intolerancia permanente a una proteína. Esta proteína se llama “la gliadina” y está en muchos cereales llamados cereales con gluten como el trigo, la avena, el centeno, la cebada.

Si una persona tienen predisposición genética al entrar en contacto con esta proteína a través de los alimentos le puede provocar una reacción en el intestino delgado. Con el contacto con la gliadina la mucosa del intestino delgado se lesiona y atrofia. La lesión dificulta que se absorban de forma normal los nutrientes de los alimentos, como los hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales etc.

¿Como se diagnostica la enfermedad celíaca?

A través de una biopsia intestinal de la región duodeno-yeyuna

Se recomienda no retirar el gluten de la dieta antes de esta primera biobsia para que se pueda valorar mejor los resultados obtenidos. Generalmente después puedan recomendarse otras dos biopsias hasta lograr un diagnostico cierto. En la segunda biopsia si se recomendará retirar los alimentos con gluten durante un periodo de alrededor 24 meses.

De esta forma el profesional podrá valorar si ha habido un cambio positivo en la normalización de las vellosidades intestinales. Una vez se haya constatado esta mejoría en la segunda biopsia, se recomienda introducir el gluten de nuevo en la dieta y posteriormente realizar la tercera biopsia que mostraría si ha habido un nuevo brote de lesión intestinal. Así quedaría diagnosticada la enfermedad celíaca.

Tratamiento

Se ha de adoptar una dieta de por vida sin gluten, ya que esta proteína producen lesiones a corto , medio y largo plazo a quien sufre enfermedad celíaca. Afortunadamente cada vez más en el mercado surgen alimentos sin gluten (en la etiqueta ha de venir especificado que es un alimento sin gluten apto para personas celiacas, ante la duda no lo consuma), que pueden hacer más llevadera y variada la dieta de una persona con enfermedad celíaca.

La página web de la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) es una excelente herramienta para estar conectado a otras personas o familias que tienen a alguien con enfermedad celíaca.

Estas web realizan una importante labor informativa y social : www.celiacos.org