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jueves, 20 de septiembre de 2012

Es seguro utilizar analgésicos inhalables durante el parto

Una de las alternativas para aliviar los dolores de parto es la de utilizar analgésicos inhalables. Se trata de sustancias que se administran a la madre durante las contracciones con una mascarilla, que permiten sentir menos dolor, como el caso del gas hilarante (óxido nitroso) y analgésicos fluranos.

Un estudio realizado por el Centro Médico de la Universidad VU, Ámsterdam, determinó que su uso es seguro y efectivo, con menos efectos secundarios que los de otra alternativa más popularizada, el bloqueo epidural.

Los analgésicos inhalables ofrecen una opción menos invasiva y con inferiores efectos secundarios a aquellas mujeres que no quieren correr riesgos con la anestesia epidural, pero que desearían tener una herramienta para tolerar mejor el dolor. Sin embargo, todo tiene su costado: la administración de los derivados de los fluranos debe ser hecha por un profesional entrenado en las dosis exactas, porque su exceso puede producir desmayo.

Asimismo, debe contarse con habitaciones debidamente ventiladas para dar a luz, puesto que los profesionales que ayudan a la mujer durante el parto, también podrían intoxicarse con los gases, lo cual en su caso no es nada deseable. Es por ello que hay hospitales que tienen un sistema especial de ventilación para usar el gas.

En el estudio, aquellas mujeres a las que se les administraron fluranos calificaron la sensación de dolor 14 puntos por debajo de las mujeres tratadas con óxido nitroso, que al mismo tiempo sintieron menos dolor que aquellas sin ninguna analgesia.

Al mismo tiempo, cabe señalar que el óxido nitroso provocó más vómitos y mareos que la falta de analgesia.

Los analgésicos inhalables no quitan todo el dolor, pero lo alivian un poco, lo que para muchas mujeres podría ser suficiente para tolerar el trabajo de parto sin más.

viernes, 14 de septiembre de 2012

La exposición pasiva al tabaco afecta al desarrollo neurológico del bebé

Una nueva investigación muestra que los recién nacidos que han estado expuestos a la nicotina, tanto por tener madres fumadoras activas como pasivas, presentan peores respuestas fisiológicas, sensoriales, motoras y de atención.

Fumar durante el embarazo se ha relacionado con diversos problemas en la descendencia, como problemas de aprendizaje, trastorno por déficit de atención con hiperactividad e incluso obesidad.

Sin embargo, aunque los trastornos pediátricos y obstétricos relacionados con el tabaco en esta etapa están bien definidos, los efectos en el comportamiento neonatal todavía han sido poco estudiados.

Una nueva investigación, liderada por expertos del Centro de Evaluación y Medida de la Conducta (CRAMC) de la Universidad Rovira i Virgili y publicada en la revista Early Human Development, da un paso más allá y analiza también los efectos en el recién nacido del consumo pasivo de tabaco durante el embarazo.

Los científicos evaluaron el comportamiento de 282 recién nacidos sanos mediante la Escala de Evaluación del Comportamiento Neonatal, que permite interactuar con el bebé recién nacido y evaluar su comportamiento y respuestas, entre las 48 y las 72 horas de vida.

De las madres estudiadas, el 22% fumaron durante el embarazo y apenas el 6% se expusieron pasivamente al humo de tabaco. De las fumadoras, el 12,4% consumían entre 1 y 5 cigarrillos por día; un 6,7% entre 6 y 10; y un 2,8% de 10 a 15 diarios. Ninguna de las madres fumaba más de 15 cigarrillos por día.

El tabaco afecta al recién nacido, tanto si la madre fuma como si es fumadora pasiva

“Los recién nacidos que han estados expuestos intrauterinamente a la nicotina –tanto de manera activa como pasiva– presentan afectación en varios aspectos de su desarrollo neuroconductual que pueden ser indicadores de futuras patologías, independientemente de factores sociodemográficos, obstétricos y pediátricos”, explican Josefa Canals y Carmen Hernández, autoras principales del trabajo.

Los resultados revelan que los hijos de madres fumadoras y de fumadoras pasivas presentan peores puntuaciones en la habilidad para inhibir estímulos que pueden alterar el sistema nervioso central. Además, los hijos de fumadoras pasivas poseen un peor desarrollo motor, y los de fumadoras, menor habilidad para regular las conductas y respuestas en los ámbitos fisiológicos, sensoriales, motores y atencionales.

“Los profesionales de la salud deberían alentar a las futuras madres y a sus familiares cercanos para eliminar o reducir su consumo de tabaco”, sostiene Canals, que subraya la importancia de informar de los efectos de la exposición al humo involuntario para prevenir el daño directo en el feto y el desarrollo infantil.

Humo en los embarazos

Fumar durante el embarazo es uno de las mayores causas modificables de enfermedad y muerte tanto para la mujer embarazada como para el feto. Sin embargo, los estudios epidemiológicos muestran que entre el 11% y el 30% de las mujeres embarazadas fuman o están expuestas pasivamente al humo del tabaco.

Cuando una mujer embarazada fuma, la concentración de nicotina en el feto alcanza niveles un 15% mayor que los que existen en la madre. En España, el 43,5% de las mujeres entre 25 y 44 años fuma, porcentaje que cae durante el embarazo hasta alrededor del 26,6%.

“Pero aunque las mujeres tienden a reducir su consumo regular de cigarrillos al quedarse embarazada, es fundamental estudiar los efectos de la exposición a pequeñas cantidades de tabaco en el desarrollo fetal”, concluyen Canals y Hernández.

Las embarazadas que duermen mal tienen más riesgo de tener un parto prematuro

De un tiempo a esta parte los partos prematuros han aumentado en el primer mundo, siendo preocupante por los riesgos para la salud que conlleva, sobretodo para los bebés.

Todo descubrimiento relacionado con ese riesgo será siempre bienvenido, como éste que os explico hoy en el que se asegura que las mujeres embarazadas que tienen problemas para dormir o que padecen trastornos del sueño en el primer y/o tercer trimestre tienen más riesgo de tener un parto prematuro.

En el segundo trimestre no parece aumentar el riesgo

Para llegar a estas conclusiones se hizo un estudio con 166 mujeres embarazadas y los investigadores vieron que el riesgo no se daba cuando los problemas para dormir sucedían durante el segundo trimestre del embarazo.

Se desconoce el por qué

Los investigadores declaran en el estudio que no saben por qué sucede, pero sí afirman que la relación entre dificultades del sueño y riesgo de parto prematuro la ven clara. Los datos dicen que cuando las mujeres tienen problemas de sueño en el primer trimestre el riesgo es un 25% mayor que aquellas mujeres que duermen bien en ese periodo y, cuando duermen mal en el tercer trimestre, el riesgo es un 18% mayor.

Digo que ven clara la relación porque controlaron las variables que podrían provocar también parto prematuro y vieron que, igualmente, dormir mal afectaba al devenir del parto.

Habrá que tener en cuenta el sueño

Si pensamos en el estudio a efectos prácticos, lo lógico es que en los controles médicos, además de pesar a las embarazadas (algo que se hace, para mi gusto, de manera exagerada otorgándole al peso una importancia desmedida), tomarles la tensión y controlar que todo vaya bien, pregunten también sobre la calidad del sueño de las mamás.

En el momento en que una mujer explique que tiene problemas para dormir podrá identificarse como riesgo de parto prematuro y se podrá intervenir para ayudarla a dormir mejor, descansar más y minimizar riesgos.

Michele Okun, autora del estudio dijo lo siguiente al respecto:

Esto respalda la creciente evidencia de que un mal sueño es un factor de riesgo importante en el nacimiento prematuro. […] Probablemente ocurra ante la presencia de otros factores de riesgo, pero el sueño puede ser medido fácil y rápidamente en las consultas prenatales. […] Los datos sugieren que las modificaciones de la conducta podrían tener resultados beneficiosos.

Ahora sólo hace falta que cada una haga autoexamen y que, si estando embarazada ve que tiene problemas para conciliar el sueño, o si duerme mal, lo comente con la matrona o el ginecólogo o que, directamente, busque herramientas o técnicas que le ayuden a dormir mejor para evitar riesgos.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Las bebidas azucaradas podrían tener relación con el parto prematuro

Un estudio realizado en Noruega determinó que beber gran cantidad de refresco regular en el embarazo, predispone a que se desencadene un parto prematuro, razón por la cual las gestantes deberían vigilar su consumo.

La investigación abarcó 60.000 embarazadas y fue realizada por Hospital de la Universidad Sahlgrenska. Se encontró que beber hasta un refresco dulce al día durante el embarazo aumenta un 25% las probabilidades de que el bebé nazca antes de tiempo.

Pero hay más aún. Quienes habían consumido refrescos dietéticos todos los días tuvieron un 11% más de posibilidad de tener un parto prematuro que las que no tomaban bebidas dulces.

Otro factor observado fue que las mujeres con sobrepeso también tuvieron mayor probabilidad de parto prematuro. No obstante, las que habían bebido por lo menos una gaseosa por semana eran un 30% más propensas a tener un bebé prematuro que las mujeres con sobrepeso que no consumían esas bebidas. Pero el consumo diario aumentó ese riesgo hasta un 41%.

La relación causal que se encontró fue que quienes consumen casi a diario estos refrescos dulces, también tienden a tener otros malos hábitos de alimentación, o tabaquismo, entre otros. Es por ello que la sugerencia es optar por una alimentación más saludable, por tener un peso óptimo y por evitar alimentos o bebidas que se saben que no son nada buenos. En todo caso, se los puede dejar para un consumo ocasional, pero no diario.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Fumar en el embarazo relacionado con el asma infantil

Fumar es un hábito nocivo, y más aún no lo es en el embarazo, pues compromete la salud del bebé por nacer. Fumar en el embarazo está relacionado a un mayor riesgo de asma infantil, especialmente en el primer trimestre de embarazo.

Los hijos de las mujeres que fuman durante el embarazo, incluso aunque lo hayan dejado una vez nacido el bebé, tienen más riesgo de padecer asma en la edad preescolar, sibilancias y problemas respiratorios.

Los resultados de un reciente estudio realizado en Suecia indican que los efectos nocivos del tabaquismo materno en el sistema respiratorio fetal comienzan temprano en el embarazo, quizás antes que la mujere siquiera se da cuenta de que está embarazada.

El asma infantil se ha incrementado notablemente en los últimos años hasta convertirse en la actualidad en la enfermedad más frecuente en la infancia, que afecta entre el 8 y el 12% de los niños.

Si bien sus causas están vinculados a múltiples factores, el tabaquismo de la madre durante el embarazo parece ser un factor de peso.

Por tanto, como los efectos de fumar en el embarazo parecen ser especialmente nocivos durante las primeras etapas de embarazo, por precaución debería dejarse el hábito, incluso antes de buscar el embarazo.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Cómo saber si se pierde líquido amniótico

A muchas embarazadas les crea mucha incertidumbre no saber distinguir cuándo se rompe la bolsa y cómo diferenciar el líquido amniótico de otras sustancias como la orina o el flujo. Siguiendo estas instrucciones, saldrás de dudas.

La bolsa amniótica es una estructura membranosa hermética llena de líquido que protege y envuelve al feto y al cordón umbilical. La supervivencia y el bienestar del feto dependen en gran medida de que la bolsa esté intacta y no se pierda líquido.

Lo normal es que la bolsa se rompa en las horas previas al parto (amniorrexis) e incluso durante el parto, pero en algunas ocasiones puede romperse en semanas tempranas del embarazo, cuando todavía no es adecuado que termine el embarazo (por infecciones, por traumatismos o por causas desconocidas).

Romper aguas: fácil de identificar

Lo más frecuente es que la rotura espontánea de la bolsa sea grande y salga líquido de manera rápida y abundante, y continuamente. En este caso, no surgen dudas porque la cantidad de flujo u orina no es tan cuantiosa.

Además, el líquido amniótico es incoloro o blanquecino, menos espeso que el flujo y a veces contiene partículas blancas o restos de sangre flotando.

Cómo detectar fisuras en la bolsa amniótica

Pero hay ocasiones en las que la rotura de la bolsa es muy pequeña (hablamos de una fisura) y la cantidad de líquido que sale es escasa y de forma intermitente.

Entonces, a veces resulta difícil distinguirlo de pérdidas de orina o flujo vaginal.

Si tenemos dudas sobre si hemos roto la bolsa, podemos tomar las siguientes medidas:

- Hacer pis para vaciar bien la vejiga y descartar pérdidas de orina, en primer lugar.
- Colocarnos dentro de la braguita un paño o una toalla limpia y de algún color oscuro, como si fuera una compresa.
- Dar un pequeño paseo y toser varias veces.
- Si la bolsa está rota, veremos una mancha más o menos grande de líquido en el paño.
- Si no está rota, el paño estará seco o con flujo (que es más espeso y viscoso).


Cuándo ir al hospital

Si tenemos claro que hemos roto la bolsa o si nos quedan dudas, lo más aconsejable es acudir al hospital. Si se confirma la rotura, será necesario el ingreso y habrá que tomar algunas medidas ( monitorización, antibióticos...) para garantizar el bienestar del feto.

Si el líquido está manchado de sangre abundante o presenta un color amarillento, verdoso o marrón, hay que acudir inmediatamente al hospital porque puede suceder que el pequeño tenga algún problema.

El metabolismo es el que determina la duración del embarazo

El tiempo que permanece la mujer embarazada es determinado por su metabolismo, y no por el tamaño o resistencia del canal de parto, así lo determinó un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. Es decir que el metabolismo basal (la energía que gasta para funcionar el cuerpo, sin contar la que requiere para realizar actividades) es el que dice cuándo nace el bebé.

Parece ser que el embarazo termina “cuando la madre ya no puede aportar más energía a la gestación y al crecimiento fetal”, es decir que la mujer se pone de parto cuando están a punto de entrar en la zona de peligro metabólico, cuando se acerca al límite de calorías que se pueden quemar al día.

Es por eso que los bebés son más indefensos al nacer que otros animales, ya que para nacer con el nivel de desarrollo de un primate, sería necesario llevar embarazos de 16 meses.

Sin embargo, sumar un solo mes más de gestación equivaldría al colapso metabólico de la madre, que ya no puede aportar más energía al bebé. Es por eso que el niño nace cuando el delicado equilibrio entre su desarrollo y la capacidad de su madre de gestarlo, tienen un punto de contacto.

Una vez más, vemos que la naturaleza es todo delicado equilibrio, y cada cosa tiene su razón de ser. Dejémosla ser.

martes, 21 de agosto de 2012

La incontinencia urinaria del tercer trimestre se reduce con ejercicios de Kegel

En el tercer trimestre del embarazo, algunas mujeres padecen de una ligera incontinencia urinaria, en especial si tosen, estornudan o si hace rato que no van al servicio. Pero esta molestia es mucho menor en aquellas que hacen ejercicios de Kegel.

Desde hace tiempo se sabe que ejercitar los músculos del suelo pélvico es beneficioso en el embarazo, en el parto y puerperio, mejorando el trabajo de parto y expulsión, y previniendo molestias en la menopausia, como la incontinencia.

Es así que un nuevo estudio, encontró que las mujeres que practican estos ejercicios regularmente, llegan al tercer trimestre con menos incontinencia que aquellas que no lo han hecho.

Concretamente, lograron tonificar estos músculos, de forma tal que pudieron soportar mucho mejor el peso del bebé y logran retener la orina sin inconvenientes. Así, en diferentes grupos de embarazadas, aquellas que realizaron sus ejercicios tuvieron tasas inferiores de problemas de incontinencia en el embarazo.

Es por ello que se recomienda a todas las embarazadas practicarlos, incluso aquellas que saben que su hijo nacerá por cesárea, ya que el embarazo afecta sus músculos de suelo pélvico de todas formas, y con la correspondiente ejercitación, se evita al llegar a la edad madura incontinencia y prolapso genital, entre otras dolencias.

martes, 14 de agosto de 2012

Ahora puedes sentirlo dentro: diferentes tipos de bebés

Ya desde el vientre materno, cada bebé es único: unos apenas se mueven y otros dan fuertes patadas y no paran quietos. ¿De qué depende la forma en que se mueve tu hijo? ¿Refleja su carácter o tus hábitos durante el embarazo?

¡El bebé se mueve!

¿Qué ha sido eso? La primera vez es solo un tierno cosquilleo y al asombro inicial le sigue pronto la certidumbre: "¡Mi bebé se mueve!". Para toda futura madre, sentir al bebé por primera vez es un momento increíble, porque de pronto experimenta de forma totalmente directa que en su vientre vive y crece un pequeño ser.

¿Qué personalidad tendrá tu bebé?

Aunque el desarrollo fetal es similar en todos los niños, durante el embarazo cada bebé se mueve de una manera diferente. Que tu hijo de pataditas muy fuertes, ¿significa que va a tener un carácter de armas tomar? Si sus pataditas son como tiernas caricias, ¿te espera un bebé apacible? No es tan fácil, ya que en el desarrollo de la personalidad desempeñan un papel fundamental aspectos como la socialización, la familia, los amigos o la educación.

Sin embargo, cuando la embarazada siente los movimientos de su hijo, se hace una idea de cómo podrá ser cuando nazca. ¿Una fierecilla o un tranquilote? ¿Curioso y activo o un bebé sereno que prefiere chuparse el dedo tranquilamente?

Al final, el movimiento del bebé es el único punto de referencia sobre el carácter que podría esconderse en tu vientre. Quizá el bebé que esperas se parece a uno de éstos:

El Rambo

Muchos niños son muy activos desde antes de nacer: pisan y dan empujoncitos constantemente a su mamá, y pueden provocarle incluso dolor. Quizá el niño sea realmente un pequeño “veterano de guerra” y siga siéndolo cuando llegue al mundo. Pero también es posible que un bebé inquieto en la tripa de su madre se convierta al nacer en el lactante más pacífico de todos los tiempos. No hay una regularidad en el fenómeno.

Con frecuencia, la actividad del feto no es tanto una expresión de su carácter como una reacción al estilo de vida de la madre. Quizá acabas de discutir con tu pareja o andas liadísima en el trabajo. Los científicos han descubierto que una fuerte descarga de adrenalina tiene efectos en el feto, porque esta hormona del estrés llega por el cordón umbilical directamente al niño. La consecuencia: el peque da vueltas en la tripa.

El sensiblón

Muchos niños reaccionan en el útero de su madre de forma extremamente sensible a las influencias del entorno. Puede que el bebé desaparezca durante horas, o incluso durante un día entero, en el rincón más posterior del vientre y no se mueva. Quizá el concierto de rock le resultaba demasiado ruidoso o le ha llegado el ánimo de la madre, que llora por la muerte de un ser querido.

Muchos análisis médicos muestran lo finas que son las "antenas“ del feto. Se ha comprobado incluso que se puede influir en su actividad con música a bajo volumen. La mayoría de los bebés se tranquilizan con música armónica y lenta e incluso se ralentiza su movimiento y las pulsaciones cardíacas, lo que demuestra su sensibilidad a determinados estímulos externos.

Para ti, futura madre, es importante seguir con atención lo que sucede en tu tripa. Confía en tu intuición y descubre por qué tu bebé ahora no tiene ganas de moverse, puede deberse motivos totalmente inofensivos. En unos pocos casos, sin embargo, puede existir un motivo grave, como una malformación o un insuficiente suministro de oxígeno o nutrientes al niño. A la primera intuición negativa, acude al médico cuanto antes.

El cabezota

Muchos bebés demuestran ya durante el embarazo la insistencia en cumplir sus propios deseos. Por ejemplo, están muy espabilados cuando la madre se tumba cansada en la cama y... ¡adiós al sueño! Al contrario, no hacen el más mínimo movimiento cuando quieres mostrar a tu mejor amiga o al futuro papá sus pataditas.

Sin embargo, estos "actos de rebeldía" no tienen por qué ser indicativos de un niño testarudo. Por ejemplo, los científicos han encontrado una explicación plausible par la actividad nocturna: todos los fetos disfrutan, entre las 21 y las 24 horas, de una fase de vigilia vinculada, al parecer, a la producción de cortisona de la madre. Esta hormona aumenta el sueño de la madre, pero despierta al niño. Así que no hay que sorprenderse si el niño juega sin parar mientras la madre intenta dormirse.

¡Establece contacto con tu bebé!

Sea como sea tu bebé, si cada día te tomas un poco de tiempo para prestar atención a tu tripita, sentir a tu hijo en silencio y tranquila, atender a sus movimientos y seguir tu intuición, tendrás la oportunidad de conocerle un poco mejor antes de que nazca.

lunes, 6 de agosto de 2012

Video: Abriendo el canal de parto con ayuda de un taburete



Te dejamos un sencillo ejercicio de apertura de pelvis, una nueva forma de volver más elásticos tus tendones y articulaciones, facilitando la salida del bebé cuando llegue el parto. Necesitarás un taburete o silla para ayudarte a realizar este ejercicio de yoga en el embarazo.

Lo primero será estirar la columna. Inhala profundamente, y exhalando deja caer tus brazos sobre el taburete. Vuelve a inhalar, y exhalando tira suavemente para elongar la columna.

Luego, debes agacharte, abrir las piernas y girar hacia un lado apoyando la rodilla. Repetir lo mismo hacia el otro lado. Repite el ejercicio hacia un lado y hacia el otro.

Aunque pueda parecer un ejercicio simple, la repetición hará que los tendones, ligamentos y músculos de la zona pélvica adquieran mejor elasticidad, y eso ayuda a que se abran más al momento del parto, ayudando al bebé a salir más rápido y mejor.

Finalmente, te vas a relajar apoyando la frente en el taburete y dejando aflojar tus músculos, respirando suave y sin tensiones.

viernes, 3 de agosto de 2012

Salud: La higiene íntima en el embarazo

Una de las dudas que pueden surgir en una gestante se relaciona a la higiene íntima en el embarazo, la manera en la que la mujer debe mantener la limpieza de su zona genital, algo no menor ya que el mismo estado predispone a infecciones vaginales.

Es que estas infecciones predisponen en muchos casos a un parto prematuro, es por ello que hay que evitarlas siempre que sea posible. A medida que la gestación avanza, el tamaño del abdomen dificulta higienizar la zona genital, y eso hace que proliferen bacterias que no son buenas.

Es por eso que se sugiere el uso de un jabón neutro, idealmente un jabón líquido ya que la barra es un terreno donde pueden proliferar los gérmenes, pero no debe utilizarse un jabón antiséptico o con exceso de perfume.

Ello se debe a que un exceso de higiene y uso de productos demasiado fuertes, puede atacar la flora vaginal habitual, que actúa como barrera de defensa ante gérmenes patógenos. Por ello, el lavado debe ser siempre externo, sin invadir la zona vaginal.

De la misma manera, hay que secar adecuadamente la zona genital con una toalla, y escoger ropa interior de algodón que evite que la humedad se mantenga en la zona.

Si notas ardor, picazón, molestias, o alteración en la cantidad o aspecto del flujo, consulta a tu médico sin dudar ya que no es bueno dejar avanzar las infecciones genitales en el embarazo.

Estrés en el embarazo: ¿puede afectar a mi bebé?

Si te sientes desbordada o pasas un mal momento personal te preocupará sobremanera cómo puede afectar tu situación nerviosa y tu ansiedad al pequeño que tienes en tu interior. Lo peor es que además esto intensifica el estrés. Estrés por el estrés… el pez que se muerde la cola. Empecemos por tranquilizarnos y busquemos ayuda para calmarnos. Pero vamos a hablar claro y echar un ojo a los datos.

A día de hoy numerosos estudios han ido encaminados a evaluar el estrés en el embarazo y sus consecuencias. Ahora bien, ¿exactamente qué es el estrés? ¿Afecta por igual a todas las mujeres? ¿Se sabe en qué fase la mujer y el hijo son más vulnerables a sufrir sus efectos?

En estos posts trataremos de responder a estas y otras preguntas mediante la revisión de las últimas investigaciones en este campo.

Conociendo el estrés

El concepto de estrés ha evolucionado en las últimas décadas. Actualmente se acepta que se trata de una respuesta automática de nuestro organismo para adaptarse a determinadas situaciones.

El ser humano está continuamente amoldándose a un medio de por sí cambiante. Durante ese proceso, se produce una interacción entre las demandas de la situación y la activación de los recursos del individuo para adaptarse a ella.

De acuerdo con ello, un nivel moderado de estrés es algo natural y adaptativo. Entonces, ¿cuándo sería perjudicial?

Cuando el estrés se mantiene en el tiempo con cierto grado de intensidad puede causar daño tanto a la salud física como mental. Por poner un ejemplo, varios estudios han demostrado su influencia en la función del sistema inmunológico y en el inicio y evolución de los trastornos depresivos.

Además, se ha demostrado que las personas que sufren estrés es más fácil que lleven a cabo comportamientos poco saludables, como dormir poco y mal, seguir una alimentación inadecuada, realizar poco ejercicio o abusar del alcohol, tabaco u otras drogas.

Algunas situaciones de la vida pueden favorecer la aparición de estrés. En el caso del embarazo, hay algunos momentos que pueden ser fuente de preocupación para la madre, como las diferentes pruebas médicas a las que tiene que someterse y la espera de sus resultados, los temores por el parto, por la posibilidad de que el bebé sufra algún daño, por los cambios corporales, etc.

Todas estas preocupaciones son normales y no hay que sentirse culpable por tenerlas. Son los altos niveles de estrés durante el embarazo o el estrés prolongado provocados, por ejemplo, por la vivencia de un acontecimiento traumático, una fuerte presión laboral, el rechazo de la pareja o la falta de apoyo lo que se ha visto que puede afectar tanto a la madre como al futuro bebé.

Biología y estrés

En situaciones de estrés mantenidas en el tiempo el organismo reacciona segregando altas concentraciones de hormonas, entre ellas las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) y el cortisol. La duración excesiva de este estado tiene efectos perjudiciales.

Así, se ha visto que altas concentraciones de cortisol durante mucho tiempo pueden provocar alteraciones en el sistema inmune, la memoria, la presión arterial, la glucosa circulante, la fertilidad, o la pérdida de masa ósea, entre otros.

También se ha observado que pueden influir perjudicialmente en nuestro organismo otras hormonas liberadas en los períodos de estrés, como la hormona del crecimiento, la prolactina y los péptidos opiáceos.

Efectos del estrés en el embarazo

La mayoría de las investigaciones centradas en estudiar los efectos del estrés en el embarazo concuerdan en que cuando el estrés se acumula y alcanza un alto grado puede tener efectos nocivos en el futuro bebé. Pero echemos un vistazo a esos estudios.

Aunque en un principio la mayoría de ellos se centraba en estudiar las consecuencias de sufrir experiencias puntuales altamente estresantes durante el embarazo, como la muerte de un ser querido o un desastre natural, poco a poco se fueron teniendo en cuenta otros estresores crónicos, como el abuso en la pareja, el estrés laboral, problemas económicos o la falta de apoyo social.

Para medir la influencia de estos factores se suelen utilizar cuestionarios que han demostrado su fiabilidad y validez o medidas de respuesta fisiológica al estrés, como el nivel de cortisol en la sangre o la saliva o los cambios en la presión arterial y el ritmo cardíaco.

Hay que tener en cuenta que lo que importa es cómo de estresante percibe la madre la situación, más que la intensidad del suceso.

Algunos de los efectos que se han asociado con un intenso estrés durante el embarazo son los siguientes:

Complicaciones obstétricas, parto prematuro y bajo peso al nacer. Esta asociación podría explicarse por los efectos negativos de las hormonas liberadas durante el estrés, aunque aún no están claros los mecanismos que intervienen. Aún así, en todos los estudios, la mayoría de las mujeres tuvieron un embarazo a término, a pesar de reportar niveles altos de estrés.

Aborto espontáneo: algunos estudios han mostrado una asociación entre la muerte de algún ser querido durante las primeras semanas de embarazo y un mayor riesgo de aborto espontáneo. Por ejemplo, en una investigación llevada a cabo por la universidad de Michigan se vio que el organismo reconoce los niveles de hidrocortisona, hormona generada por el estrés, como una señal de alarma y como un síntoma de que las condiciones no son favorables para un embarazo.

Problemas en el desarrollo intelectual: también se ha visto que en ocasiones altas dosis de estrés durante el embarazo puede provocar problemas en el desarrollo intelectual y cognitivo. Os preguntaréis ¿y esto cómo se puede saber? Os pongo un ejemplo de un estudio publicado en el 2004 que evaluó el desarrollo intelectual y del lenguaje de 89 niños de 5 a 12 años, cuyas madres habían estado embarazadas durante una tormenta de nieve en Quebec que dejó sin electricidad a millones de personas durante seis semanas. Los autores hallaron que el desarrollo del lenguaje y el cociente intelectual verbal tendían a ser más bajos en los hijos de las mujeres que más estrés habían sufrido durante la tormenta, si bien todos los niños estaban dentro del rango normal. Los resultados sugieren que el estrés prenatal tendría efectos de largo plazo sobre las estructuras cerebrales del bebé, en especial en las relacionadas con el lenguaje y las habilidades verbales.

Problemas emocionales y comportamentales en el bebé. Algunos estudios han encontrado una ligera asociación entre estrés materno y problemas de atención e hiperactividad en el hijo. Por ejemplo, en un estudio publicado en el 2002 en la revista de Psiquiatría de Londres los autores encontraron que los hijos de aquellas madres que habían reportado más ansiedad durante el embarazo presentaban más problemas emocionales, de atención y de hiperactividad. Sin embargo, otros estudios no son tan concluyentes. De hecho, en una revisión de artículos llevada a cabo en el 2003 por el departamento de Medicina Clínica de la Universidad Aarhus de Dinamarca, los autores encontraron limitaciones metodológicas en varias de estas investigaciones y enfatizaban la importancia de tomar estos datos como orientativos.

A pesar de estos datos, está claro que hace falta más investigación para estudiar las consecuencias del estrés durante el embarazo. Futuros estudios prospectivos deberían utilizar medidas fisiológicas y psicológicas en el período pre y postnatal para comprender mejor la función del eje endocrino de la madre y su hijo.

Mientras tanto y teniendo en cuenta que todos sentimos estrés en muchos momentos podemos aprender a pisar el freno cuando notemos que una situación empieza a desbordarnos. En futuros posts hablaremos de los principales síntomas del estrés, cómo prevenirlo y cómo mantenerlo a raya.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Trabajar o fumar durante el embarazo, no es lo mismo

Muchas mujeres, si se encuentran bien de salud, trabajan hasta el día del parto, lo cual podría ser beneficioso en muchos sentidos, tanto físicos como emocionales, dependiendo del tipo de trabajo, claro. Pero un estudio británico realizado por la Universidad de Essex señala que las mujeres que continúan con su empleo al final del embarazo pueden tener bebés de menor peso que otras que dejaron de trabajar antes.

En concreto, se estudió a las madres que trabajaron pasados los ochos meses de embarazo y se comprobó que dan a luz bebés con menor peso que si se hubieran tomado permiso antes. La diferencia es de unos 250 gramos.

Este es uno de esos estudios que ha llamado la atención de los medios, pero en este caso creo que ha sido por la comparación que se ha hecho con el hecho de que la mujer fume durante el embarazo.

Muchos titulares hablan de que el trabajo durante el último mes es tan perjudicial como el tabaco durante el embarazo. Pero recordemos que fumar durante el embarazo no solo tiene como resultado el menor peso del bebé al nacer, sino también hay otros riesgos asociados (psicológicos, arteriales, de infecciones, cerebrales, oculares, conductuales…).

Por todo ello, a mi parecer, no se puede comparar el trabajar al fumar durante el embarazo, por mucho que coincidan en el punto del bajo peso del bebé.

El estudio elaborado por economistas, no médicos

El estudio, que ha sido realizado por economistas, se ha publicado en el último número de la revista Journal of Labour Economics, de la Universidad de Chicago.

Uno de los autores del estudio, el profesor Marco Francesconi, ha dicho que el gobierno debería considerar incentivar a los empleadores para que ofrezcan unos permisos de maternidad más flexibles para las mujeres que necesiten un descanso antes y no después del nacimiento del bebé.

A esto, yo añado sin dudarlo que con los permisos de maternidad posteriores al nacimiento no se debería jugar ni mucho menos pensar en reducirlos, cuando siempre reivindicamos lo contrario, que se amplíen.

Si nos centramos en los datos del estudio que han trascendido, está hecho a partir de tres investigaciones de los Estados Unidos y el Reino Unido, y alerta sobre los riesgos que el desarrollo lento puede traer para la salud de los bebés recién nacidos, incluso durante su niñez y adolescencia.

El estudio ha sido realizado entre más de 1300 niños cuyas madres formaron parte del British Household Panel Survey. El seguimiento se hizo entre los años 1991 y 2005. También se examinaron los datos de 17.483 mujeres que dieron a luz entre 2000 y 2001 en el Millenium Cohort Study, y los de 12.166 que alumbraron en el National Survey of Family Growth de Estados Unidos.

La publicación indica que los problemas asociados a la continuación del trabajo durante los ochos meses o más de gestación, como la alta mortalidad, se potencia entre las madres de mayor edad. Por el contrario, en las mujeres menores de 24 años no repercutía el trabajo en el peso del bebé al nacer.

Parar de trabajar antes en el embarazo es particularmente beneficioso para las mujeres con menores niveles de estudios según el estudio, lo que sugiere que el efecto de trabajar durante el embarazo fue, posiblemente, más marcado para las mujeres que realizan un trabajo físicamente exigente.

En cualquier caso, si tan perjudicial es trabajar durante el embarazo, debería ser obligatorio ese “descanso” en los últimos meses para las mujeres que lo necesiten, sin reducir el tiempo de permiso tras el nacimiento. La prevención de riesgos laborales durante el embarazo es fundamental. Habrá otras mujeres con trabajos que no pongan en riesgo al bebé y para las que sentirse activa durante la última fase del embarazo sea muy beneficioso.

En fin, un estudio que médicamente no creo que vaya demasiado bien encaminado, ya que en su misma introducción señala que, como el fumar, no dejar de trabajar durante el embarazo puede traer problemas de salud al bebé. Cuando también leemos que dejar de trabajar tres meses antes del parto es especialmente beneficioso para los bebés británicos, nos entran más dudas al respecto…

lunes, 30 de julio de 2012

Embarazo: Ejercicios para abrir el canal de la pelvis en pareja



Seguimos compartiendo algunos vídeos de yoga en el embarazo, en este caso una experta nos enseña un ejercicio para abrir el canal de la pelvis en pareja. Recordemos que el bebé deberá abrirse paso por allí para nacer, y que en la medida en que las estructuras articulares estén más laxas, todo irá más fácil.

Otro beneficio adicional de este ejercicio es que trabaja la cara interna de los muslos, con lo cual ganará fuerza a la hora de dar a luz. Y lo bueno es que el papá puede ayudar también a realizarlo.

Para eso, las dos personas – mamá embarazada y ayudante – se pondrán sentadas sobre el suelo frente a frente. Uniendo las plantas de los pies con las piernas flexionadas, primero hay que balancearse suavemente de un lado a otro.

Luego, la persona ayudante colocará las plantas de los pies en las tibias de la otra persona, ofreciendo resistencia pero sin forzar. Se toman de las manos y disfrutan del momento.

De esta manera, en forma sostenida durante algunos minutos, ayuda a la mamá a abrir sus articulaciones de cadera, es ella la que dice cuándo ya está bien o si la fuerza la incomoda.

Y los papás – o segundas mamás, abuelos, tíos, o quien quiera ayudar a la embarazada – puede sentir esa especial conexión, y saber que está haciendo con su cuerpo algo realmente útil para contribuir a un mejor nacimiento.

jueves, 26 de julio de 2012

Dieta en el embarazo y alergias alimentarias

Todas las mamás embarazadas procuran comer bien para alimentar a sus hijos en gestación, pero la duda de muchas es que si comer determinados alimentos puede causar futuras alergias alimentarias en sus hijos.

Lo cierto es que las alergias tienen un alto factor hereditario, el niño tendrá un 30% de probabilidades de ser alérgico si uno de sus padres lo es, y un 60% si lo son ambos. Si ambos padres tienen el mismo tipo de alergia, las probabilidades aumentan al 80%.

Si bien no se puede confirmar que la alimentación en el embarazo predisponga a desarrollar alergias, sí se ha comprobado que algunas pautas saludables en el tercer trimestre ayudarían a prevenirlas.

Es así que un estudio holandés encontró beneficios en las manzanas. Los niños nacidos de mamás que comían cuatro o más manzanas por semana eran 37% menos propensos a desarrollar problemas respiratorios, y el 53% era menos propenso a desarrollar asma. Específicamente esta fruta, es beneficiosa en este aspecto.

Los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 han demostrado tener beneficios en la prevención de reacciones alérgicas en el bebé, cuando la mujer ha consumido suplementos de aceite de pescado en el embarazo a partir de la semana 25 y hasta el tercer mes de vida del niño y dando el pecho.

Fumar en el embarazo es un gran desencadenante de asma y alergias infantiles, así que una vez más rige la recomendación de mantener el cigarrillo bien lejos. Si luego hay personas que fuman en la misma casa del bebé, sus riesgos aumentan aún más.

Si bien la genética es determinante en las alergias, algunas pautas saludables podrían inclinar la balanza hacia la salud del bebé.

lunes, 23 de julio de 2012

Hacer dieta en el embarazo es seguro y positivo

El peso en el embarazo

Si hace décadas el control del peso en el embarazo no era tan importante incluso se decía esto de “comer por dos”, las cosas han cambiado. Hoy los ginecólogos y matronas supervisan el peso y aconsejan una alimentación equilibrada.

Sin embargo salvo en casos de diabetes gestacional a las embarazadas no se les recomendaba “hacer dieta” durante el embarazo. Cuando hablamos de dieta no referimos a mujeres que ya de por si antes del embarazo tenían peso de más, una mujer con peso medio no tiene que hacer dieta, solo vigilar su peso en el embarazo.

Este estudio va dirigido a mujeres que tienen ya cierto sobrepeso para las que el embarazo y el aumento de peso puede aumentar ciertos riesgos. En este contexto el estudio acentúa que el control de la alimentación, la dieta es positiva para mujeres con sobrepeso.

Riesgos para el bebé y la madre

La obesidad y el sobrepeso presentan mayor riesgo de complicaciones en el embarazo y en la fertilidad ya que el sobrepeso y la obesidad inciden en la fertilidad de la mujer. A mayor sobrepeso más probabilidades de estas complicaciones. Entre las complicaciones están:

- Presión arteria alta y pre eclampsia
- Diabetes gestacional
- Aborto espontaneo
- Parto prematuro
- Complicaciones durante el parto si el bebé es muy grande, lo que aumenta la necesidad de una cesárea.

El estudio

- Realizado por el Dr. Shakila Thangaratinam de la Universidad Queen Mary de Londres, pretendía estudiar precisamente esto, si bajando de peso se pueden disminuir estos riegos (parto prematuro, preeclampsia etcétera.)

- El estudio hacía hincapié que más de la mitad de la población de Reino Unido en edad reproductiva sufre de sobrepeso u obesidad. Además más del 40% de las mujeres europeas y americanas gana más peso del recomendado durante el embarazo.

- Los profesionales de la salud creen que el embarazo puede ser un buen momento para hacer cambios en la alimentación y el estilo de vida ya que además en esta etapa las mujeres se sienten especialmente motivadas a cambiar ya que estos cambios también puede favorecer al bebé.

El Dr Shakila Thangaratinam, evaluó el impacto de la dieta, el ejercicio o ambos en conjunto en el aumento de peso en el embarazo y sus efectos en la madre y el bebé. Se evaluaron más de 7.000 mujeres obtenidas al azar en 44 ensayos controlados.

- En ellos encontraron que las intervenciones de control del peso de solo dieta lograron una perdida de unos 4 kilos en comparación con solo 0,7 kilos de realizar ejercicio sin dieta o de 1 kilo de realizar dieta y ejercicio (será que el ejercicio les abrirá el apetito y por eso adelgazan menos.)

- La dieta era más eficaz en la prevención de las complicaciones del embarazo como la diabetes, la pre eclampsia, el parto prematuro y la presión arterial. Las investigaciones han demostrado que este control del peso no tiene ningún impacto negativo en la salud de la madre o el bebé. Aún así reconocen que el estudio cuenta con limitaciones de falta de datos sobre factores de riesgo, incluyendo la edad, la etnia y el factor socioeconómico.

- Según los expertos de St Thomas Hospital de Londres las pruebas del estudio todavía son insuficientes aunque los resultados son oportunos y positivos.
Recomendaciones si estás embarazada

Sigue los consejos de tu médico y matrona sobre la alimentación y estilo de vida. Evita abusar de dulces y alimentos grasos y no trates de perder peso sin antes consultar con tu médico.

Video: Movilizar las articulaciones de la pelvis



La pelvis es la “cuna” de huesos y ligamentos que alberga al bebé durante la gestación, y al momento del parto debe abrirse para permitir el nacimiento. Es por eso que la práctica de ejercicios para movilizar las articulaciones de la pelvis pueden marcar una considerable diferencia en el desarrollo del parto.

Es por eso que en este vídeo de ejercicios para embarazadas veremos que con una pelota terapéutica es posible ayudar a estas articulaciones, y también relajar las zonas tensas como la columna lumbar.

El movimiento de sentarse derecha sobre la pelota y saltar suavemente, generando un leve movimiento, ayuda a relajar todo el cuerpo y a preparar las articulaciones, que así se vuelven más flexibles.

Además, es una manera de columpiar al bebé, y de generar endorfinas que producen bienestar en la madre, pero también en el niño.

Es un ejercicio fácil, que te ayudará a prepararte mejor para ese momento tan especial: el parto.

viernes, 13 de julio de 2012

La dieta en el embarazo influye en el sueño del bebé

Si sueñas con un bebé que tenga un buen descanso, y que te deje dormir a ti también, entonces vigila tu dieta y sigue las recomendaciones de suplementos nutricionales que te indique tu médico.

Es que el ácido fólico en el embarazo suma un nuevo beneficio, en relación al desarrollo emocional y comportamiento del futuro bebé. Un estudio de científicos holandeses determinó que niveles bajos de ácido fólico (vitamina B9) en la madre antes de y durante el comienzo del embarazo aumentan en casi un 60 por ciento los problemas emocionales y de comportamiento de los hijos a los 18 meses y a los tres años, cuando se los comparó con niños cuyas madres sí habían recibido los suplementos de vitaminas.

Así, hace años que se sabe que el ácido fólico ayuda a prevenir defectos del tubo neural, pero también tiene otros beneficios, a nivel intelectual y de comportamiento.

También, es importante que las embarazadas sumen esta vitamina en sus dietas, consumiendo vegetales verdes, frutas, cereales, legumbres, levaduras, frutos secos e hígado. Este nuevo estudio se suma a otros que ya habían asociado la dieta materna durante el embarazo con el comportamiento del bebé.

De esta manera, no sólo se previenen malformaciones graves – aunque poco comunes – sino que también se beneficia a todos los recién nacidos de manera general, y a sus padres quienes quizá puedan dormir un poco mejor. Se cree que la explicación está dada por cambios epigenéticos en el embrión y el feto provocados por la dieta materna.

miércoles, 4 de julio de 2012

Cómo prevenir la anemia en el embarazo

La futura mamá necesita un aporte extra de hierro para hacer frente a las nuevas necesidades de su organismo, para el desarrollo del feto y para acumular reservas de cara al parto. Este mineral proviene de los alimentos que tomamos, pero, ¿qué hacer cuando no es suficiente y aparece la anemia?

La anemia en el embarazo produce cansancio, dificultad respiratoria, palidez y a veces mareos, entre otros síntomas. Para prevenir su aparición conviene incluir en la dieta alimentos ricos en hierro: el hígado, las carnes rojas y las almejas son una buena fuente de este mineral, también contienen cantidades considerables de hierro, la ternera, el pollo, el huevo, los pistachos, las habas secas y las espinacas.

Una alimentación equilibrada puede proporcionar de 10 a 15 mg de hierro, el problema es que de ellos el organismo solo aprovecha 2 o 3 mg (al final del embarazo la futura mamá necesita 8 mg diarios), por ejemplo, el que aportan los alimentos de origen vegetal se absorbe peor que el que aportan los alimentos de origen animal.
Tratamiento para embarazadas con anemia

A algunas mujeres, el ginecólogo les prescribe un suplemento de hierro a partir de la segunda mitad del embarazo para prevenir la anemia. Se considera que la futura mamá tiene esta enfermedad cuando la hemoglobina está por debajo de 11,5 g/dl, el hematocrito es menor del 33% y el recuento de glóbulos rojos es inferior a 3.800.000. El tratamiento para embarazadas con anemia consiste en suministrar dosis elevadas de hierro por vía oral, dos o tres pastillas de 300mg de sulfato ferroso al día.

Llevar el embarazo bien a término es bueno para el desarrollo cerebral

Actualmente, existe una lamentable pero cada vez más extendida tendencia de programar partos, mediante cesáreas o de forma menos frecuente, con inducciones. Es que una investigación de la Universidad de Columbia – Estados Unidos – determinó que evitar estas prácticas podría favorecer el desarrollo del cerebro del bebé.

Efectivamente, permitir que el embarazo llegue a su término naturalmente, parecería favorecer un mejor desarrollo cerebral, que se relaciona con mejores calificaciones en la escuela en la etapa escolar.

A partir de la semana 37 se considera que el embarazo ha llegado a término, sin embargo según el estudio, los niños nacidos entre la semana 37 y la 38 han tenido de media calificaciones más bajas que los que llegaron a las 40 semanas, concretamente en lectura y matemáticas en el tercer grado.

Los resultados indican que la definición de prematurez debe ser reevaluada, y no tomar a la ligera la decisión de terminar el embarazo por elección de la madre o por acomodar los tiempos a la agenda del doctor.

Es así que se suma nueva evidencia que habla de respetar siempre que no haya causa médica, los procesos de la naturaleza en el cuerpo de la mujer gestante. Se puede pensar que nacer a las 37 semanas no conlleva consecuencia alguna, pero siempre que se pueda evitar, se debería hacerlo.